Los vendedores apelan a todos los mecanismos para cerrar operaciones: teléfono, WhatsApp, internet y mail.
El mercado había mostrado en la primera quincena una leve mejora en la demanda, aunque siempre en un escenario de caída respecto al año pasado, pero las medidas restrictivas anunciadas por el Gobierno hizo que la actividad entrara en la pendiente por la que venía.
“Muchas ventas las estamos haciendo por mail, WhatsApp o telefónicamente. Nos pagan por transferencia bancaria, les enviamos por moto la documentación para el patentamiento y le ofrecemos entregarle la unidad patentada a domicilio. De esta manera, el contacto presencial con el cliente es mínimo” explicaron desde la concesionaria Asahi de Toyota de la zona oeste.
“Todavía hay un poco de todo pero con el correr de los días van a ir creciendo las operaciones por vías no tradicionales para evitar el desplazamiento de gente”, señalaron en una agencia de Palermo.
Las ventas virtuales es una tendencia que poco a poco se iban extendiendo en el mercado, en el marco de un cambio tecnológico en la forma de comercialización que se está produciendo en todo el mundo. La pandemia que azota al mundo está acelerando los tiempos. “Seguramente, después del coronavirus y con la experiencia que se va a obtener en esta crisis, ya va a ser difícil regresar a la situación previa. Es un camino de no retorno.
Volkswagen, por ejemplo, tenía planeado implementar en toda su red la isla virtual para venta de 0 km. Esto era antes de la situación actual y la ponía a la vanguardia en el país. Ahora, haber picado en punta, la coloca en un lugar de ventaja sobre el resto. Otras marcas, como Peugeot, estaban fomentando la venta directa de fábrica vía internet, algo que se profundizará en estos tiempos de pandemia.
La otra cara es lo que sucede en las fábricas. A comienzos de semana estaban analizando la posibilidad de decidir una parada conjunta de todas las terminales a partir del miércoles próximo. Esto se debía a la situación delicada en las líneas de producción por la posibilidad de contagios. También por los problemas que están multiplicándose en autopartistas.
El ausentismo es muy alto y, a su vez, tienen demoras en las llegadas de insumos, lo que lleva a que también estas empresas retrasen entregas de pedidos. Ante esto, en la asociación que agrupa a las terminales (ADEFA) se evaluó realizar esa parada coordinada. Sin embargo, tras reunirse con la cúpula de SMATA decidieron frenar esa decisión. El gremio se opuso a una medida general para parar la actividad, encuadrándose en la línea que bajaba del Gobierno.
La decisión de paralizar un sector tan importante iba a tener un costo político y económico muy fuerte. Por eso, desde ADEFA se aclaró ayer que las paradas serán decididas por cada empresa según su situación y abastecimiento de piezas. Más allá de la posición de las terminales hecha pública ayer, desde el sector autopartista están alertando por la fragilidad del proceso de abastecimiento. Esto hace pensar que el suministro de piezas a las automotrices corre riesgo de cortarse en un futuro no muy lejano.
Fuente: Ambito