La petrolera en 2005 llegó a tener un valor bursátil del orden de los 21.000 millones de dólares. Con el cierre de la cotización de su acción del día de ayer el valor total de la petrolera quedó en 1.050 millones de dólares.
En este complejo contexto financiero internacional, las empresas argentinas continúan su proceso de deterioro en el plano bursátil llegando, muchas de ellas, a presentar valores de capitalización mínimos que las hacen inviables para seguir en el mercado. Miles de millones de dólares son los que perdieron en estos últimos días.
El caso más emblemático es, tal vez, el de YPF. La empresa argentina en 2005 llegó a tener un valor bursátil del orden de los 21.000 millones de dólares. Con el cierre de la cotización de su acción del día de ayer (3,51 dólares, volvió a mostrar otra baja interdiaria del 8%) el valor total de la petrolera quedó en 1.050 millones de dólares.
No hay que olvidar que en 2014 el Gobierno argentino, con la entonces presidenta de la Nación Cristina Fernández y su ministro de Economía Axel Kicillof, entregó poco más de 5.000 millones de dólares a Repsol por el 51% de la firma, que estaba en poder de los españoles y que había sido expropiadas en 2012. Es decir, el Estado pagó en aquel entonces 10 veces más de lo que hoy vale la empresa. Cosas que solo pueden pasar en la Argentina.
Pero independientemente de ello, YPF se encuentra en serios problemas para poder continuar con los proyectos presentados para todo el 2020 producto de un contexto internacional y local muy desfavorable.
La deuda es uno de ellos. Los créditos tomados por la empresa se ubican en torno a los 8.500 millones de dólares; ocho veces la valuación bursátil que presenta. Este indicador es insostenible en el tiempo.
Los progresivos niveles de endeudamiento que registró YPF a partir de su expropiación terminan por mostrar hoy esta preocupante foto. A principios de marzo de este año la empresa intentó refinanciar parte de su deuda que vence en este primer semestre del año, pero la crisis financiera internacional y la suba del riesgo país dio por tierra este tipo de iniciativa.
Cualquier indicador que se tome del balance que relacione el pasivo de YPF con otras variables presupuestarias muestra una pendiente negativa.
La forma más habitual en que las empresas del sector petrolero evalúan su deuda está dada en la relación con el Ebitda. Este indicador determina la salud financiera de la compañía.
Hasta el 2012 YPF estaba entre las firmas con mejor perfil de deuda del mercado. A partir de este año y hasta el 2014 creció, pero se mantenía por debajo de la media que presentaban las principales compañías internacionales. La relación que maneja desde el 2015 se ubica progresivamente por encima del promedio de la industria.
Pero hoy no solo YPF se encuentra en esta compleja situación financiera. La mayor parte de las empresas argentinas que cotizan en el país y en las Bolsas del exterior presentaban niveles de capitalización bursátiles muy bajos y con un mismo cuello de botella para salir a la economía real: la falta de financiamiento para poder desarrollarse. A este escenario se le suma ahora el parate económico por el coronavirus.
Pero como dice aquel sencillo refrán, no hay mal que por bien no venga. No son pocas las empresas que salieron en las últimas horas a recomprar sus propias acciones que están colocadas en el mercado a sabiendas que las cotizaciones deberían tener un rebote en el corto plazo. De esta manera es la misma firma la que se hace de sus propios activos “baratos” que en su momento colocó en el mercado a precios muy superiores a los actuales para poder financiarse.
Datos clave
- 26 Es el valor que hoy está tocando el barril del crudo en el mercado internacional. Todo indica que todavía no encontró su piso.
- 12,5% Es la participación sobre la extracción de petroleo de YPF en Vaca Muerta respecto de la producción total a nivel país.
Fuente: Rio negro