El ex ministro de Energía cree que las petroleras igual bajarán actividad en todo el mundo por el desplome de los precios.
El ex ministro de Energía Juan José Aranguren aseguró que si el Gobierno planeara sostener artificialmente los precios locales del petróleo crudo y los combustibles por encima de los internacionales, la medida debería ser “consecuencia de un acuerdo con un horizonte claro de salida, con un marco adecuado de retenciones y la posibilidad de crear un fondo de estabilización”, que proteja a los consumidores de la volatilidad global.
El ex funcionario, ahora titular de la consultora Energy Consilium, aclaró que la reedición de un “barril criollo”, como el que tuvo vigencia entre 2015 y 2017, protegería más al flujo de caja de la petrolera estatal YPF que a todos los inversores, que ya habían bajado la actividad desde mediados del año pasado por los problemas macroeconómicos propios de Argentina y que, igualmente, pisarán los desembolsos en todo el mundo por los bajos precios internacionales.
El Gobierno no quiere repetir un esquema como el del “barril criollo” y, en cambio, impuso un mecanismo de mercado como las Licencias no Automáticas (LNA) a la importación de petróleo crudo, naftas y gasoil para garantizar la continuidad de la actividad y el empleo en las cuencas productoras.
En cualquier caso, lo que imagina el mercado es que los precios de los combustibles no se acomodarán en el corto plazo a lo que marca el mercado mundial, así como tampoco sucedió hasta hace apenas dos meses, cuando el crudo rondaba los u$s 70 tras la tensión casi bélica entre Estados Unidos e Irán.
“Vaca Muerta está paralizada y hay una demora en la propuesta de ley sectorial. Cumplir las leyes actuales sería mejor que sancionar una nueva”, expresó Aranguren, quien además señaló que los presupuestos de Neuquén y Chubut se verán “muy afectados” por el shock externo del coronavirus.
Aranguren caracterizó a la actual situación del mercado de los combustibles como una de “congelamiento no institucionalizado”, pues el Gobierno utiliza YPF como una herramienta de intervención política.
En otro día de extrema fragilidad en el mundo, la acción de la petrolera estatal se derrumbó otra vez y cayó hasta un mínimo de u$s 4,45 en Nueva York. La capitalización de mercado de la empresa que hoy conduce el economista Guillermo Nielsen estuvo ayer por la mañana debajo de los u$s 1800 millones.
Fuente: Cronista