El príncipe heredero Mohamed bin Salman detuvo a príncipes que podían disputarle la sucesión y, en paralelo, decidió la drástica baja de precios de la petrolera Aramco y un aumento de la producción que hoy derrumbó los mercados.
El viernes fue un día complejo en Arabia Saudita. En su panorama externo, e interno. En todo caso, el príncipe heredero Mohamad bin Salman reaccionó igual en ambos escenarios: reafirmando su poderío de forma contundente.
En el externo, Rusia contrarió las pretensiones de Riad, que a través de OPEP+ quería extender el recorte de los precios del petróleo más allá de fin de marzo, en 1,5 millones de bpd hasta el 2021, en vistas de que la epidemia de coronavirus está alterando la actividad económica mundial.
La reacción saudí fue drástica, en un intento por reconfirmar su supremacía en el mercado: abarató los precios del crudo que comercializa con su petrolera Aramco, tanto para Asia como para Europa, y el impacto fue virulento en los mercados hoy: el precio del barril de crudo Brent cayó hasta 31%. Fue un desafío abierto a Rusia, que vende gran cantidad de petróleo Urals -su marca insignia- en el noroeste de Europa.
Y también fue peligrosa para sus números: este mayor recorte en 20 años de precios oficiales del crudo de Aramco derrumbaron un 9,1% sus acciones, que por primera vez se cotizaron bajo el precio de su oferta pública inicial (OPI). Y el índice de Arabia Saudí alcanzó su mínimo en más de tres años. Otros productores de crudo del Golfo Pérsico podrán seguir a Riad y bajar sus precios, es una práctica bastante común en Medio Oriente.
Pero además, anunció que a partir de abril, no sólo no recortará el bombeo de petróleo sino que lo aumentará, en más de 10 millones de barriles por día (bpd).
Analistas consultados por el Financial Times han cuestionado la sabiduría del enfoque saudita, ya que su economía no es inmune a una caída de los precios, aunque crea que puede ganar cuota de mercado de sus rivales.
Pero bajo el mandato del príncipe heredero Mohamed bin Salman, también conocido por sus siglas MbS, el reino se ha ganado una reputación de movimientos arriesgados e impredecibles cuando haya sentido la necesidad de afirmarse, añadió.
Puertas adentro
Y aquí viene el panorama interno que tenía Arabia Saudita el viernes pasado, cuando fueron detenidos tres altos miembros de la realeza, bajo la acusación de un plan golpista. Fuentes locales apuntan a una purga en la realeza y las fuerzas de seguridad, para afianzar el control de MbS.
Los detenidos son el príncipe Ahmed bin Abdulaziz -hermano menor del rey Salman- y el príncipe Mohammed bin Nayef, sobrino del monarca y ex ministro del Interior, del que se cree ya estaba bajo arresto domiciliario desde 2017 cuando fue reemplazado por MbS. La ampliación de la represión se ha extendido a “todo el círculo interno” de Bin Nayef, dijeron fuentes cercanas a la familia real.
El número de arrestos de príncipes podría llegar a 20, y tros funcionarios y oficiales también fueron detenidos, añadieron fuentes citadas por Financial Times. “Con estos arrestos, MbS consolidó su control total sobre el poder. Ha terminado con la purga”, citó Reuters a otra fuente del entorno real.
Mohamed bin Salman, hijo del rey Salman y gobernante de facto del reino, ha operado para consolidar su poder desde la salida de Bin Nayef como heredero al trono en un golpe palaciego en 2017. Más tarde ese año, arrestó a varios miembros de la realeza y a destacados saudíes, reteniéndoles durante meses en el hotel Ritz-Carlton de Riad, en el marco de una campaña anticorrupción que tuvo gran repercusión.
La amistad con Trump
MbS tiene un vínculo amistoso con Donald Trump, quien a poco de asumir la presidencia de Estados Unidos, eligió Arabia Saudita como su primer destino oficial de visita en el exterior.
En noviembre de 2018, tras difundirse que MbS supiera del asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi -incluso fue acusado de ordenar esa ejecución-, Estados Unidos quiere seguir siendo un socio firme de Arabia Saudita.
Y hoy, en vistas al impacto en los mercados, Trump tuiteó que “Arabia Saudita y Rusia están discutiendo sobre el precio y el flujo del petróleo. ¡Eso, y las Noticias Falsas, es la razón de la caída del mercado!”.
Saudi Arabia and Russia are arguing over the price and flow of oil. That, and the Fake News, is the reason for the market drop!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 9, 2020
Ranking de armas: EE.UU., Arabia Saudita y Rusia
En los últimos años, Estados Unidos y Arabia Saudí se han consolidado como los principales países exportador e importador de armamento, respectivamente, indicó un informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri).
El volumen de ventas de EE.UU. ya equivale a un tercio del mercado global, después de crecer un 23% desde el periodo 2010-2014. En el tramo 2015-2019 , los contratos estadounidenses en un total de 96 países fueron un 76% superiores a los del segundo país exportador, Rusia.
En el último lustro, las ventas de grandes armas a nivel mundial crecieron un 5,5%.
La mitad de las exportaciones norteamericanas fueron a Medio Oriente y de ellas, la mitad tuvo Arabia Saudita por destino. Arabia Saudita compró un 130% más de armas en comparación con el lustro anterior y sus contratos ya suponen el 12% del volumen global, según el estudio de Sipri.
Rusia se mantiene como el segundo país exportador de grandes armas del mundo, aunque con un descenso del 18% en sus ventas. Parte de este retroceso se debe a la menor demanda de India, que sin embargo también repite como el segundo principal importador por detrás de Arabia Saudita.