Analistas del sector advirtieron sobre los problemas que pueden generar los cambios en las tarifas de servicios. Cuestionaron la falta de medidas de fondo y destacaron que es posible que deriven en un déficit en la balanza energética nacional.
El congelamiento, acompañado por la falta de definiciones y la búsqueda “desesperada” de pesificar las tarifas por parte del Gobierno actual, podría llevar a desembocar en poco tiempo en un “cóctel económico muy explosivo”, con caída del superávit comercial y de la balanza de pagos y un retroceso de la inversión y del ingreso de dólares al país.
Esas fueron las contundentes conclusiones a las que arribaron algunos especialistas y consultores económicos entrevistados por Energía On, quienes como punto coincidente remarcaron que, a medida que empieza a transcurrir el tiempo y no se proyecta un panorama energético concreto, la inversión se estancará cada vez más.
Paralelamente, recalcaron que si se persiste en la idea de seguir adelante con la pesificación de tarifas, en un corto plazo el país volvería a tener déficit energético, lo que implica disminuir el “trabajoso” equilibrio comercial conseguido en el último año y podría deteriorar “significativamente” la balanza de pagos del país.
Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora Orlando Ferreres, enfatizó que “desde el punto de vista microeconómico, tener un mercado y fomentar distintos precios ya de por sí es una muy mala señal, porque altera las condiciones y lo que hace finalmente es desincentivar la inversión”.
“Este es un problema de estrategia, en cuanto a la microeconomía. No conviene para cualquier producto o servicio. Ya esa electricidad, gas, petróleo u otros servicios o productos, tener precios diferenciados directamente no camina, ni en la Argentina ni en ningún otro país”, subrayó Sportorno.
En números
- 72 millones de dólares fue el pasivo de la balanza energética nacional del año pasado, muy cerca del equilibrio.
Para el economista, la estrategia del Gobierno en materia energética está comenzando a provocar “desfinanciamiento”, alterando las condiciones del mercado. “Entonces, ya de por sí, lo que están haciendo es una tontería desde el punto de vista microeconómico, ya se ha probado muchas veces en el país y directamente no camina. Pero además, hay otro aspecto central, que es la señal hacia los inversores, la cual en este momento es malísima”, enfatizó.
Sportorno fue categórico al considerar que es una utopía querer orientar al mercado energético a que se desarrolle en base a la moneda local y no en dólares, “porque en el mercado energético todo es en dólares, hasta los sueldos de los ingenieros y el personal jerárquico es en dólares”.
“En los últimos tiempos hubo considerables inversiones en todo el sector energético y creo que el plan del Gobierno es ir manteniendo mínimamente el sector para evitar que vuelva el déficit energético, pero tal como está la situación, se necesita seguir desarrollando inversiones y las medidas que se han adoptado son el sentido contrario”, agregó Spotorno.
En una misma línea, María Castiglioni Cotter, economista y consultora, destacó que “el hecho de que en la semana pasada se haya realizado una pesificación parcial en las tarifas de electricidad genera un mar de dudas para todas las empresas del sector, no sólo eléctricas”.
“Por lo que pude conversar con algunos sectores, ellos se preguntan ‘y ahora qué hago, invierto capital, porque ahora están mostrando que hacia delante me van a querer pagar otra tarifa’ que no es la misma con la cual se hizo la ecuación económica del negocio”.
“Aquí lo que hay que ver es que no hay nada ordenado. Son algunas medidas puntuales y sin un marco general. La medida adoptada la semana pasada es un ahorro muy marginal del momento, pero es más preocupante el mensaje que se les transmite a las empresas”, señaló la economista.
El dato
- 180 días de congelamiento en las tarifas marcó la ley de Emergencia.
En ese sentido, hizo referencia a cuando se creó la Uniren (Unidad de Renegociación de Contratos) una idea que comenzó por el 2003 cuando Julio De Vido era ministro de Planificación, “dijeron que iban hacer esto, que se iban a cambiar los contratos y finalmente no hicieron nada”.
“Entonces, ahora parece que se está empezando a realizar la misma estrategia, con la idea de tirar todo lo que se pueda hacia delante para zafar. Y en ese contexto, lo que dicen las empresas es ‘hasta aquí llegamos’, no se invierte un dólar más hasta tanto no se resuelvan cosas básicas como el esquema tarifario, la progresión del mismo, el tema tributario. Hay que considerar que recién ahora, a duras penas, se estaba recuperando la oferta energética en sus distintos tramos”, explicó la economista.
En función de esto remarcó que “no es que el país está óptimo, que le sobra capacidad para esperar. Por lo tanto ahora está todo bastante parado y hay que comenzar a remar de vuelta desde atrás”.
Para los economistas, el gobierno de Alberto Fernández no ha mostrado señales claras hacia la industria energética.
“Por ejemplo, ahora con la continuidad del congelamiento, ya empieza a haber atraso acumulado en las distintas prestaciones. Parecería que la idea es, más allá de algún incremento antes de mitad de año, que siga el retraso, con lo cual se deberá cubrirlo con más gasto público. Es un círculo vicioso del país que nunca se puede salir: atraso de tarifas, más subsidio, más gasto público, para ello se aumentan los impuestos, y así se va afectando cada vez más al sector productivo, se pierde competitividad, exportaciones, ingresan menos dólares y otra vez con el déficit de cuenta corriente del país”, concluyó en forma terminante la economista.
Un panorama muy parecido es el que describió el economista y consultor Raúl Ochoa, quien se desempeñó como subsecretario de Comercio Exterior. “Para dar una idea concreta de lo que está pasando con la energía, conozco varios ejecutivos de algunas empresas de electricidad y me han dicho que hasta ahora no han tenido una sola reunión con la secretaría de Energía. Creo que eso lo dice todo”, advirtió Ochoa.
“Es decir, señales hacia las empresas y las inversiones, por ahora no hay nada. En principio, estoy muy preocupado particularmente por la estabilidad de los puestos de trabajo en el sector. Hay determinadas zonas como Vaca Muerta, donde la estabilidad laboral está cada vez más en duda. En más, diría que a esta altura están en riesgo gran parte de los puestos de trabajo de esa zona, en función de la falta de definiciones y de caminos a seguir”, resaltó Ochoa.
El especialista coincidió con sus colegas que “se está perdiendo demasiado tiempo para ir delineando un esquema concreto desde el punto de vista energético”.
“Al día de hoy, el Poder Ejecutivo no tiene una idea o proyecto concreto de cómo seguir, más allá del congelamiento de tarifas, que tampoco lo puede mantener por mucho tiempo más”, indicó Ochoa.
Y remarcó que “sinceramente, el panorama es muy negativo y no descarto que puedan deteriorarse los números macro debido a esta situación, como el intercambio comercial y la balanza de pagos del país”.
Fuente: Rio negro