z.system

Por la reforma impositiva, en marzo deben incrementarse los tributos internos a combustibles líquidos. Solo por ese componente, hay pendiente un ajuste de casi 6% en las naftas y mayor al 4% en el diesel.

El presidente, Alberto Fernández , definirá en estas horas la continuidad de un elemento clave de su política anti-inflacionaria.

Antes de este domingo, deberá elegir entre postergar por tercera ocasión en su gestión un aumento de los impuestos a los combustibles o aplicar el ajuste por primera vez, con lo que habilitaría la primera suba de naftas y gasoil desde que asumió.

Para enero y febrero, Fernández había decidido postergar esa actualización -la última, mediante el Decreto 118/2020 del 29 de enero- al menos hasta este 1° de marzo.

El incremento que debió aplicarse y que ya había dejado en stand by el ex presidente, Mauricio Macri , era del 16% sobre la parte de los tributos internos (Impuesto a los Combustibles Líquidos -ICL- e Impuesto al Dióxido de Carbono -IDC-), pero ahora ascenderá a más de un 28%.

Desde el inicio del nuevo mes, por efectos de la reforma tributaria sancionada a fines de 2017, estos impuestos deberían trepar $ 3,17 por litro de naftas y $ 2,08 en gasoil. Eso implicaría para un litro de nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires un alza de 5,9%, y una suba de 4,2% en el diesel común.

Los impuestos internos ICL e IDC representan en conjunto $ 11,09 por litro de naftas y $ 7,36 en el gasoil, teniendo en cuenta la desgravación que existe por el uso de biocombustibles.

Si se aplicara al pie de la letra la reforma, que prevé aumentos cada marzo, junio, septiembre y diciembre, treparían a $ 14,26 y $ 9,44, respectivamente.

Fernández deberá elegir entre postergar por tercera ocasión en su gestión un aumento de los impuestos a los combustibles o aplicar el ajuste por primera vez, con lo que habilitaría la primera suba de naftas y gasoil desde que asumió.

Por otro lado, las refinadoras venían reclamando un ajuste sobre el precio del petróleo crudo, que las habilite a recomponer sus deterioradas finanzas.

El mes pasado le presentaron un plan al Gobierno para subir progresivamente hasta un 10% los precios en surtidor, pero ese borrador fue rechazado.

Ahora, por el efecto del coronavirus , el crudo bajó hasta los u$s 51 por barril y en Casa Rosada entienden que no hay razones para incrementar los combustibles en este escenario, lo que además le permite controlar la inflación.

Las refinadoras (YPF, Axion, Raízen y Trafigura) perdieron en los últimos dos años unos u$s 1600 millones, mientras que el Estado resignó casi $ 100.000 millones de recaudación por cambiar la fórmula de ajuste impositivo.

YPF, en tanto, cotizaba en New York a u$s 8,20, casi su mínimo histórico en 26 años (u$s 8,13 en 2019).

Fuente: Cronista