Se habilitaron líneas de financiamiento para corto y largo plazo con tasas accesibles. Los bancos bajaron entre 15 y 30 puntos en acuerdo con el BCRA. Desde el Centro Pyme aseguran que es clave para el momento que atraviesa el sector. Sigue la incertidumbre por la falta de actividad en las áreas.
La temporada de parálisis en Vaca Muerta no tiene fecha de finalización. Además del parate, las pymes vienen mirando con desconfianza las últimas adjudicaciones de contratos de las operadoras de la Cuenca Neuquina donde, un cambio de paradigma, que da lugar a firmas integrales, las margina ante lo que antes eran sus fuentes de ingresos. Sin embargo, en las últimas semanas comenzaron a aparecer algunas luces de alivio, principalmente, desde el sector financiero.
Juan Pablo Morgentaler, responsable financiero del Centro Pyme Adeneu, reseñó que el año comenzó con buenas señales para el sector pese al arrastre de inactividad que vive la industria hidrocarburífera. Las noticias tienen un doble impacto porque es la época del año en la que se comienzan a definir muchos de los contratos que se extenderán los próximos meses.
Centralmente lo que cambió fueron las tasas de financiamiento tanto desde la banca pública como la privada. Eso mejoró el acceso al crédito, sobre todo de corto plazo, e impactó en los mercados de capitales.
“Desde mediados de 2018 en adelante todo fue muy complejo porque el financiamiento era carísimo con tasas entre 60 y 80 puntos. Desde enero el BCRA (Banco Central de la República Argentina) flexibilizó los encajes a los bancos privados con la condición de que presten dinero a las pymes por debajo de los 40 puntos de tasa de interés”, explicó el especialista.
Esto generó un efecto derrame que se apuntaló con una oferta muy agresiva desde los bancos públicos. Las tasas quedaron entre 30 y 50 puntos que se traducen en créditos blandos y que permiten, centralmente, apuntalar el capital de trabajo de las pymes petroleras, un apalancamiento clave para su funcionamiento.
El impacto también llegó a las herramientas financieras del mercado de capitales donde se consiguen tasas del 28 por ciento anual para el cambio de cheques propios y de terceros. “En épocas de bonanza las empresas pueden darse el lujo de no ser eficientes financieramente, pero en momentos como el que vivimos ahora es inaceptable”, explicó Morgentaler.
Desde el Centro Pyme continúan con el asesoramiento a las empresas neuquinas vinculadas a los hidrocarburos. En toda la provincia son 800 unidades económicas de las que ya visitaron 55 firmas con facturaciones de entre 60 y 700 millones anuales.
“La eficiencia financiera puede hacer ganar o perder un contrato. Es algo que las operadoras miran al momento de evaluar las opciones. Muchas de las firmas que asistimos son especialistas en su rubro, pero desde la cuestión técnica y a veces descuidan los aspectos financieros. Cuando ves sus balances notás que tienen un costo altísimo de financiamiento”, indicó el funcionario.
Uno de los puntos que aseguró se puede corregir inmediatamente son las disponibilidades transitorias. Utilizar el dinero disponible así sea por un corto período puede generar excedentes no contemplados.
Fuente: Diario Río Negro