El gobierno rionegrino destinará 2 millones de dólares a la repotenciación de la estación transformadora.
El gobierno rionegrino invertirá unos dos millones de dólares en la repotenciación de la estación transformadora La Paloma, que abastece a Bariloche y Dina Huapi, de modo de sostener el crecimiento de la demanda mientras avanza la tantas veces prometida segunda línea de alta tensión.
La novedad la dio a conocer ayer la secretaria de Energía de la provincia, Andrea Confini.
Una solución más de fondo, aunque no definitiva, es la construcción de una segunda línea, un proyecto que sigue en carpeta aunque en una primera etapa no desde el inicio del electroducto, en Alicura, sino en principio desde Pilcaniyeu.
Mientras ese proyecto está en la etapa de procura de financiamiento, el gobierno de Arabela Carreras mejorará las condiciones de la estación transformadora a la que llega la única línea de 132 kilovoltios (kV) que alimenta Bariloche.
Las dos instalaciones, la línea y la estación transformadora, son de la provincia, pero están concesionadas a Edersa (no sin conflicto).
Fuerza
- 45 MW es la potencia máxima de la estación transformadora luego de la avería de diciembre. La demanda hoy es de 48 MW.
En diciembre se averió uno de los dos equipos de potencia de la estación. La demanda se comenzó a sostener con la central térmica a gasoil que opera Termo Córdoba (ex SoEnergy). Edersa colocó un nuevo aparato, de la mitad de la potencia del que salió de servicio.
Hoy la ciudad de Bariloche (lo que incluye la demanda de Dina Huapi) demanda un pico de alrededor de 48 megavatios (MW) de potencia y la estación entrega, de manera nominal, 45 MW.
La diferencia se cubre con la generación de Termo Córdoba, cuya tarifa, que es más cara que la del mercado, se sostiene en parte por lo que se paga en Bariloche a través de la CEB.
Confini le dijo a “Río Negro” que esta inversión permitirá aumentar la potencia de la estación, pensando en la demanda de los próximos 10 años.
Los trabajos que anunció la funcionaria serán en conjunto con Edersa, que, como concesionaria, no puede estar ajena a los cambios, más allá de la relación de sus accionistas con las autoridades.
Fuente: Rio negro