Petroleros Privados y las cámaras de empresas señalaron a las grandes operadoras como responsables de una parte de la crisis del sector. Argumentan que son relegadas por contratos integrados contra los que no pueden competir. La petrolera de bandera, AESA y Pecom quedaron en el eje del huracán.
La semana pasada, el sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa dejó las vacaciones de lado y comenzó un tour de asambleas –a contrareloj- por diversas localidades de la Cuenca Neuquina para presionar a las empresas y al gobierno nacional a que den solución al conflicto que se inició a finales de noviembre y vence el próximo martes.
En modo oficialista, el secretario general del gremio, Guillermo Pereyra, desfiló por Catriel, Rincón de los Sauces, Plaza Huincul y pasó por Añelo el jueves pasado. En sus discursos, izó la bandera de la formula nacional Fernández – Fernández y apuntó los cañones a las políticas de Cambiemos.
Hasta la semana pasada, YPF estaba fuera del ojo del huracán. Tanto las cámaras que nuclean pymes neuquinas del sector como los gremios apuntaban con firmeza a las empresas de servicio que ordenaron los despidos y suspensiones ante la falta de actividad de la mayoría de las operadoras.
Algo cambió -y casi en simultaneo- Petroleros Privados, la Cámara Empresarial de la Industria Petrolera y Afines de Neuquén (Ceipa), y la Cámara Patagónica de Empresas de Servicios Petroleros (Capespe) apuntaron contra las grandes operadoras como responsables de una parte de la crisis que atraviesa el sector.
YPF, su subsidiaria AESA y Pecom fueron las principales empresas señaladas por los gremios y cámaras. “Las grandes empresas comienzan a implementar políticas que nos afectan directamente. Con contratos integrados, incluyen una gran cantidad de servicios que solo pueden ser ofrecidos por algunas empresas como AESA, subsidiaria de YPF, en detrimento de las pymes que no pueden participar de las licitaciones”, dice el comunicado oficial que hicieron circular Ceipa y Capespe.
Nos tiran estas empresas para tener el monopolio y poder hacer abusos y contratos mal hechos a plazos fijos”.
Guillermo Pereyra es el secretario general Petroleros Privados.
En su tour por las localidades petroleras, Pereyra aseguró que la firma de bandera intenta implementar lo que llamó “la vieja YPF”, un esquema donde la empresa “controla toda la actividad”.
“Las empresas como YPF le están quitando los contratos a las pymes para entrégaselos a las grandes empresas, como AESA y Pecom. Estas empresas no tienen problemas, ni tienen despidos. Quieren tener el monopolio y poder hacer abusos con los trabajadores y contratos mal hechos, a plazos fijos”, afirmó Pereyra.
La presión surgió luego de que Petrogas perdió una licitación de una obra de mantenimiento contra la subsidiaria de YPF, AESA, en la que los trabajadores de una empresa pasan a la otra. El miedo del gremio es que la nueva firma encargada puede realizar evaluaciones psicotécnicas para determinar quiénes están aptos y quiénes no.
“Los conflictos con YPF adentro toman vuelo y esto es algo que Pereyra lo sabe”, le dijo una importante fuente del sector a Energía On.
Vale señalar que desde que comenzó el declino en la actividad de Vaca Muerta, en agosto pasado, YPF es la firma que lidera las nuevas perforaciones y etapas de fractura. En los meses siguientes acaparó más de 70% de la actividad. Una de las claves para sostener el nivel fue el estado de la caja de la petrolera nacional y que, inmediatamente luego del DNU 566, pesificó varios de los contratos con la cadena de valor, principalmente pymes.
En comparación con las pymes locales, la injerencia del sindicato petrolero en empresas de servicio grandes es mucho menor. Al igual que el Estado neuquino, el gremio se incomoda ante la posibilidad de perder presencia y quedar fuera de la mesa chica y de las discusiones importantes, como fue hasta ahora.
Fuente: Rio negro