Ituzaingó, uno de los distritos con los combustibles más caros del Conurbano

2% sobre el precio por litro a todos los combustibles líquidos y m3 de Gas Natural Comprimido, es el incremento fijado este año a través de la actualización de los valores de la Tasa Vial en Ituzaingó, un discutido tributo que rige en el Partido desde el 2015 y que generó controversia entre los vecinos de la zona.

Al respecto, la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (F.E.C.R.A.) manifestó que “a pesar de la decisión del gobierno nacional de no aumentar los combustibles por el momento, a partir de la declaración de la emergencia económica, el precio final al consumidor de los combustibles y el GNC sí se incrementó desde el 1 de enero de este año en algunos municipios del conurbano bonaerense por la suba en la tasa vial que en ellos se cobra por cada litro o metro cúbico de gas vehicular vendido”.

Además de Ituzaingó, por aplicación de la Tasa Vial los combustibles también se pagan más caros en Hurlingham ($0.61 al gasoil común y nafta Súper, $0.65 para los combustibles premium y $0.40 para el GNC por m3), Vicente López ($0.20 para el gasoil, $0.40 para el gasoil premium, $0.30 la nafta super y $0.40 la nafta premium y $0.15 para el m3de GNC), General Rodríguez ($0.35 por litro a todos los combustibles ), San Fernando ($0.40 a los combustibles líquidos y $0.17 por m3 al GNC), José C. Paz ($1.17 por litro en todos los combustibles y $0.77 para el GNC por m3), Florencio Varela (1% del precio por litro), Merlo (3% para nafta y gasoil premium ,2.5% para nafta y gasoil común y 4.5% GNC por m3), entre otros.

“Esto crea una competencia y diferencias de precios injustas entre estaciones de servicio vecinas, sujetas a la voracidad fiscal de la autoridad municipal”, sostuvieron desde la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina.

En ese punto, la F.E.C.R.A. calificó de “inconstitucional” la tasa vial o cualquiera de sus distintas versiones, “ya que la consideramos otro impuesto que injustamente deben pagar los consumidores en un contexto de excesiva presión fiscal tanto nacional, provincial y municipal. La consideramos una doble imposición teniendo en cuenta el ya vigente Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL)”.