La iniciativa de la compañía petrolera nacional de México para perforar nuevos pozos en 20 campos “prioritarios” utilizando, en gran medida, proveedores de servicios locales más pequeños está flaqueando, y se espera que la compañía vuelva a licitar parte del trabajo en el año.
Analistas de la industria dicen que ven poca evidencia de que una decisión de Petróleos Mexicanos para utilizar un proceso de licitación cerrada con compañías preseleccionadas esté acelerando la perforación en momentos en que el gobierno está presionando para impulsar una economía estancada. La licitación, completada en mayo, se apoyó principalmente en contratistas locales en “modo de supervivencia” que ofertaron bajo solo para adjudicarse los trabajos, dijo Pablo Medina, vicepresidente de Welligence Energy Analytics.
En algunos casos, señaló, carecían de experiencia y no podían asegurar el equipo necesario. El resultado final: solamente dos de los 20 campos registraban producción a fines de noviembre, según muestran datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Y ahora se espera que Pemex vuelva a licitar al menos nueve plataformas, según Borr Drilling Ltd., contratista que se está expandiendo en México.
Jorge Sierra, analista senior de Wood Mackenzie Ltd., indicó por teléfono desde Ciudad de México que habían pensado que comenzar a operar esos campos más rápido, pero que no lo han hecho. Los contratistas que se adjudicaron los paquetes para perforar los campos prioritarios no tienen experiencia en administrar contratos de servicios integrados, a diferencia de grandes contratistas internacionales como Schlumberger y Halliburton, dijo.
El impulso para agregar alrededor de 100 pozos nuevos se produjo en un año en que el producto interno bruto de México se mantuvo sin variación, y el petróleo y el gas generaron alrededor de 18% de los ingresos del gobierno en el segundo trimestre. Mientras tanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que planea aumentar en 2020 el salario mínimo en 20% para mejorar las condiciones de los trabajadores más pobres del país.
Pemex declinó responder preguntas sobre las licitaciones o su programa de perforación de pozos. La producción de crudo de la compañía fue de 1.70 millones de barriles por día en noviembre, aproximadamente un millón de barriles por debajo de su objetivo de producción para 2024.
Los reveses se encuentran entre varios que enfrentó en 2019 la compañía petrolera más endeudada del mundo. Pemex se vio afectada por una salida masiva de empleados luego de implementarse límites salariales para los servidores públicos; además, tiene meses de facturas impagas y todavía se está recuperando de un ataque cibernético ocurrido en noviembre que dificultó el manejo del papeleo rutinario. A mediados de diciembre, el jefe de exploración de la compañía fue expulsado en medio de una investigación por corrupción.
Medina, de Welligence, dijo que los planes de Pemex ya están retrasados, incluso sin considerar que tendrán que volver a licitar algunos de esos paquetes. Agregó que se realizará una evaluación de la realidad pronto en 2020 cuando se vea que la producción probablemente seguirá disminuyendo.
A pesar de las dificultades de Pemex, López Obrador, ferviente nacionalista conocido como AMLO que respalda un modelo económico centrado en el Estado, ha tomado medidas para reducir el papel de las petroleras internacionales. Una de las primeras medidas políticas del presidente mexicano fue suspender las rondas competitivas de petróleo donde podían participar. También ha impedido que Pemex encuentre nuevos socios que ayuden a desarrollar proyectos existentes.
Pemex contrató recientemente la plataforma ODN Delba III que fue diseñada originalmente para las aguas profundas en Brasil. Pero la plataforma necesitará modificaciones importantes para operar en México, lo que podría retrasar la perforación por varios meses, dijeron dos personas familiarizadas con la plataforma que pidieron no ser identificadas debido a que no tenían autorización para hablar con los medios.
La mayoría de los nuevos pozos son para campos que Pemex ha definido como prioritarios, pero tienen menos de 50 millones de barriles de reservas recuperables, y no está claro si serán rentables, dijo Medina. Una mejor estrategia para una empresa del tamaño de Pemex sería vender prospectos más pequeños y enfocarse en campos más grandes en aguas profundas, como lo que está haciendo Petróleo Brasileiro SA en Brasil, sostuvo.
Sierra, de Wood Mackenzie, señaló que esos campos son pequeños y tienen grandes desafíos técnicos; y agregó que es por eso que no fueron desarrollados por la administración anterior.
Fuente: Infobae