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Los tarifazos fueron la constante entre 2016 y 2019. El gas tuvo una variación mayor que la energía eléctrica. Los ajustes permitieron reducir el peso de los subsidios en el PBI.

28-11-2017 NEUQUEN SUPLE PETROLEO

Los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri dejaron notables cambios en lo que hace a las políticas energéticas, en especial en torno a las tarifas de gas y electricidad. Los aumentos, que se sintieron con más fuerza en algunos segmentos de los usuarios, permitieron reducir en un 70% el pasivo que enfrentaba al país en lo que hace a los subsidios energéticos.

A pocos días de terminar la gestión, el ahora exsecretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, presentó un informe sobre la evolución de los subsidios, la oferta y la demanda de energía durante el período 2015 – 2019. Hizo un repaso detallado de estos cambios que repercutieron con fuerza en el bolsillo de los usuarios.

En términos porcentuales, los mayores incrementos se dieron entre los usuarios comerciales y residenciales con saltos que van desde el 249 al 1498% en valores que, para evitar la dispersión que tuvo el peso, están medidos en dólares.

Los incrementos fueron medidos en dólares, por lo que en pesos la variación es aún mayor por el efecto de la devaluación.

Lopetegui justificó estos incrementos al indicar que “de no pagar nada a pagar algo es lógico que den números de variación así, pero no se confundan, antes alguien pagaba esta diferencia porque nada es gratis”.

El caso del gas

Las variaciones más marcadas se dieron en el gas natural. Precisamente, fue en este servicio en donde se llegó a un incremento acumulado de casi 1500% para los usuarios comerciales, pero con una baja del 22%, como contrapartida, en lo que hace al precio que abonan las centrales térmicas, que a partir de gas generan electricidad.

Estas disparidades tienen que ver con dos factores nodales. Por un lado, con los subsidios que se aplicaban sobre las tarifas y por el otro, con la evolución del precio de generación del gas en sí.

El sector comercial, con su incremento acumulado del 1498%, era el que pagaba en noviembre de 2015 el precio más bajo por el servicio. En ese momento, el pago era de apenas 0,2 dólares por millón de BTU aunque el precio del gas en el país era en ese momento de 5,3 dólares por millón de BTU. Con los nuevos cuadros tarifarios, el valor que se abona actualmente es de 3 dólares por millón de BTU.

Los usuarios residenciales tuvieron en el período un alza del 249% en la cobertura del costo del servicio que los llevaron de representar 90 centavos de dólar por millón de BTU, a los actuales 3,10 dólares.

El GNC fue otro de los segmentos que tuvo incrementos, aunque menores. En los cuatro años del gobierno de Cambiemos, el valor que se abona por el gas se elevó un 51% pasando de pagar 2,30 a 3,40 dólares.

En el mercado del gas natural, la variación total de la demanda fue ínfima, de apenas un 3%, al pasar de un valor promedio de 3,50 a 3,70 dólares.

En petróleo

2017 fue el último año en el que se pagaron subsidios al petróleo y sus derivados. En ese año fueron US$ 181 millones.

Esto se debe a que el segmento de las usinas generadoras y el industrial tuvieron bajas en lo que hace al precio que abonan. En el primer caso, la baja fue del 22%, al pasar de pagar 5,20 a 4,10 dólares por millón de BTU (un valor que incluye el uso de combustibles líquidos). Mientras que las industrias abonan un 4% menos, también al pasar de pagar 3,90 a 3,70 dólares por millón de BTU.

Sin embargo, los consumos residenciales, que representan el 23% del mercado del gas, incrementaron notablemente la porción del costo del servicio que cubren con sus pagos. En las casas se pasó del 13% en 2015 a representar el 66% en 2019, con la excepción de la zona que aún tiene subsidios (Patagonia, la Puna y Malargüe) que pasaron de pagar el 4 al 27%.

Los aportes

5.954 millones de dólares se destinaron en 2019 a subsidios, un 69% menos que en 2015.

En ese segmento es donde se produjo un efecto “pinza” dado que junto al incremento del porcentaje que pagan los usuarios (por menores subsidios) se produjo también una disminución en el precio del gas en sí.

La energía eléctrica

En el caso de la electricidad, los usuarios residenciales fueron los que pagaron el mayor cambio con un incremento del 606%. En las casas se abonaban 6 dólares por MWh y ahora se pasó a pagar 39 dólares.

Los comercios también estuvieron entre los más castigados en el segmento de la energía eléctrica, con un incremento en el valor que abonan del 337%. En detalle pasaron de pagar 10 dólares por MWh a 42 dólares por un servicio que se estima que en 2015 costaba 70 dólares y en 2019 se redujo a 67 dólares por MWh.

A diferencia del gas, en la electricidad todos los sectores pasaron en estos cuatro años a abonar un mayor precio por la energía que consumen, una cobertura de costos que en términos generales trepó de 18 a 46 dólares por megawatt hora.

El salto del dólar agudizó el impacto de los aumentos.

Las distribuidoras tuvieron un alza del 119%, mientras que los grandes usuarios mayoristas afrontaron un aumento del 26%.

Tanto en el caso del gas como en el de la energía eléctrica, el objetivo de los aumentos dispuestos por Nación, fue acercar el valor de los productos al precio que abonan los usuarios, una medida que apuntó de lleno a reducir los subsidios volcados al sector energético.

En el informe presentado por Lopetegui se destacó que “la cobertura del costo total de generación (eléctrica) pasó del 32% en 2015 al 70% en 2019” y, más específicamente en el segmento de la distribución, esta cobertura pasó de representar sólo el 15 del costo de generación, a ser del 63%. La diferencia que queda es lo que se sigue cubriendo con subsidios.

 

Fuente: Rio negro