El mercado eólico europeo podría cobrarse una nueva víctima: el fabricante alemán de aerogeneradores Enercon. Sus problemas de liquidez y los anuncios de despidos a lo largo y ancho de Alemania, su principal nicho de negocio, vuelven a ensombrecer su futuro.
Según la prensa alemana, el director financiero de Enercon ha anunciado que las pérdidas masivas obligan a Enercon a reestructurar su financiación, unas pérdidas que podrían superar los 500 millones de euros en 2019. Aún así la compañía espera que en los próximos tres años pueda salir del bache, que tal y como está el sector eólico se presenta complicado.
El problema es que Enercon lleva arrastrando esta crisis demasiados años. En 2018 también sufrió 200 millones de euros de pérdidas y se dejaron de realizar pedidos a los proveedores, y solo en la primera mitad de año los proyectos cayeron un 87% respecto a la media de los últimos tres años, según un informe de la agencia Windenergie.
Definitivamente no es un buen momento para los empleados de Enercon. Justo antes de las fechas navideñas el fabricante ha anunciado grandes recortes de empleos. La dirección y el comité de empresa han acordado un plan social para los aproximadamente 400 empleados de producción de palas de rotor en la ciudad germana de Rothensee, pero son solo una parte del recorte de los 3.000 empleos en Alemania (el 17% de su plantilla mundial), de los cuales 1.600 de ellos son de la planta de Magdeburgo.
El 57% de sus turbinas están instaladas en el país germano (2018), lo que demuestra la dependencia que tiene de su país de origen como mercado principal de su negocio. A fines de marzo pasado, Enercon solo había vendido diez turbinas en Alemania durante el primer trimestre de 2019, y anticipó solo 500-600MW en su mercado nacional para todo el año, menos de la mitad respecto a 2018.
«Enercon sigue los pasos de Senvion, cumple con el mismo perfil de Senvion y todos sabemos cómo ha terminado», explican fuentes de sector consultadas por este diario, «el sector de los fabricantes eólicos está experimentando una transformación a causa de la presión de bajar los precios, la competencia con otras tecnologías y los cambios en las subastas, y luego está el caso concreto del mercado alemán. Los grandes se están preparando para aguantar el temporal, habrá que ver cuáles de los pequeños terminan cerrando. Todo apunta a que habrá dos grandes empresas europeas, Vestas y Siemens Gamesa, una americana, General Electric, y una china, el resto si se mantiene, se quedará con nichos muy determinados del mercado».
En abril pasado el director general de Enercon, Hans-Dieter Kettwig, dijo que «si el mercado de eólica terrestre en Alemania cae por debajo de los 2,0-2,5 GW de instalaciones al año, tendremos que ver dónde podemos compensar esto». Con hasta siete fabricantes compitiendo en un volumen de mercado de no más de 2,5 GW, «no hay mucho para todos» dijo.
Un portavoz de la compañía, Felix Rehwald, señaló en noviembre pasado que «hay una preocupación general en la administración central, de los socios y de los proveedores, porque las plantas de producción que ya no reciben pedidos en Alemania».
«Si no consigue remontar y tiene que empezar a vender sus activos, uno que podría interesar es la fábrica que Enercon tiene en Portugal», concluyen las fuentes, «se trata de una planta de torres en el municipio de Viana do Castelo, y si el gobierno luso ofrece buenas condiciones, podría tener compradores, como ya ocurrió con la fábrica de palas de Senvion de Ria Blades de Vagos, que finalmente la adquirió Siemens Gamesa».
Esta fábrica se encuentra en la población de Viana do Castelo, junto al mar y frontera con Galicia, cubre un área de 250 m2, y tiene una capacidad de producción máxima anual de 300 torres de hormigón. Según explica la compañía en su web, el empleo directo e indirecto como resultado de estas actividades es de alrededor de 2.500 empleos, de los cuales 1.500 son empleados de Enercon, entre ingenieros, operarios para la fabricación y montaje de turbinas y componentes, técnicos para el servicio y mantenimiento de parques eólicos, además del personal administrativo.
Fuente: Elperiodicodelaenergia