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Así quedó planteado en el megaproyecto que ya discute el Congreso. Habilita alícuotas reducidas para productos de mayor valor, con lo que anticipa negociaciones por sector.

Si el Gobierno logra, como lo prevé, la aprobación exprés de la ley de “solidaridad social y reactivación productiva” los derechos de exportación tendrán como tope máximo hasta fines de 2021, un 33% para la soja sin procesar, 15% para el resto de los cereales y oleaginosas y en 9% para carnes, arroz, maní y maíz pisingallo entre otros, mientras las principales economías regionales quedarán con 5%.

Si bien Alberto estaba convencido de seguir adelante con en su plan de que las retenciones fueran de 35% para la soja, 20% para el trigo y 15% para el maíz, como informó El Cronista en su edición del pasado 26 de noviembre, una negociación de último momento entre funcionarios nacionales y actores de las cadenas agroindustriales en la noche del lunes logró morigerar los porcentajes para los principales cultivos. Y es por eso que el presidente Alberto Fernández anticipó esa misma noche que buscaría subir las alícuotas 3 puntos más.

El artículo 48 del megaproyecto oficial plantea el tope de 33% para la soja sin procesar y 15% para maíz, trigo, sorgo, girasol, entre otras. Además plantea la prohibición de que las retenciones superen 5% para “productos de las economías regionales que defina el Ejecutivo nacional.

Además plantea que las retenciones “se reducirán para los bienes cuya producción implique un mayor agregado de valor a partir de los insumos utilizados y el PEN desarrollará un política de estímulo para los productores. Es en ese punto que se habilitará, para las primeras semanas del próximo año, negociaciones entre el gobierno de Alberto Fernández y las distintas cadenas agroindustriales a fin de definir cuáles serán los derechos de exportación según el valor agregado sobre el producto primario.

De esas negociaciones pueden retornar el diferencial entre las retenciones que pesan sobre el complejo sojero, y que había quitado el gobierno anterior. Así la soja sin procesar tributaría 33%, mientras sus principales subproductos, la harina y el aceite “gozarían” de un derecho de exportación de 30%, por ejemplo. Algo similar sucede con el trigo, gravado con 12%, y la harina, que quedó en 9%.

Las negociaciones, que encararán los equipos del Ministerio de Agricultura que comanda Luis Basterra (ue aun no nombró a muchos de sus colaboradores) apuntarán también a diferenciar las producciones del área núcleo de las más alejadas de los puertos, a fin de garantizar la rentabilidad en las zonas más alejadas y donde los márgenes ya son escasos, o incluso negativos, según pudo saber este diario.

Bases rurales alteradas

Mientras se conocían los pormenores en materia de retenciones del proyecto oficial, el malestar entre los productores fue incrementando. Y hay reclamo a las entidades para ir fuerte, incluso con un parate de comercialización. Por eso, entre hoy y mañana se sucederán asambleas y las principales gremiales en las provincias reunirán a sus cúpulas para definir los pasos a seguir y qué mandato plantearán a sus dirigentes nacionales.

Por eso, Federación Agraria hará asamblea con productores en Alcorta, Santa Fe; mientras CRA ya se declaró en alerta y movilización.

 

Fuente: Cronista