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Guillermo Nielsen estuvo recorriendo varios espineles petroleros y financieros después de las PASO que convergen sobre Vaca Muerta y la búsqueda de capitales para inyectar en la explotación del potencial del shale gas y oil. Finalmente, recaló en la presidencia de YPF, pivote de la nueva estrategia energética que llega de la mano de la Administración Fernández.

El proyecto de ley de blindaje del megayacimiento que armó en todo este período contiene garantías regulatorias, exenciones impositivas y posibilidad de girar divisas al exterior, como excepción al control de cambios. Además, la constitución de un fideicomiso que dé certidumbre y previsibilidad a las inversiones de riesgo, como reclamaban las petroleras, pero podría reforzarse con una iniciativa que proviene de la dupla Miguel Pesce, desde el BCRA, y Mercedes Marcó del Pont, desde AFIP: una puerta productiva para repatriar activos externos de residentes argentinos que salieron del sistema, de los cuales unos US$100 mil millones se acogieron al blanqueo de Macri y se volvieron a retirar. Podrían convertirse en fuentes de financiamiento de la asociación de YPF con Pymes para activar Vaca Muerta, pero por las dudas ya la agencia impositiva los tiene apuntados para un gravamen extraordinario.

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Tras la visita que el ex titular de YPF y actual dueño de una de las petroleras animadoras de Vaca Muerta, Miguel Galuccio, le hiciera en La Habana a su ex jefa y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, la designación de un arquitecto de las finanzas como Guillermo Nielsen al frente de la petrolera de bandera y la ratificación del misionero Sergio Lanziani como secretario del área, estaba cantado que la jugada clave que definirá la política energética de la nueva etapa se encuentra a un paso de la mesa de entradas de la Cámara de Diputados.

Asimismo, que el protagonismo central de la estrategia en ciernes le ha sido reservado a YPF, que fue la que, en este período, generó la curva de aprendizaje en Vaca Muerta: posee más de 750 pozos activos, para el caso de la extensión de la rama lateral en perforaciones horizontales pasó de 1.450 metros en 2015 a 2.500 metros en la actualidad, y las etapas de fractura han evolucionado de 16 a 33 alcanzándose una reducción de costos del orden del 25%.

Sería toda una señal que, finalmente, Juan Garoby, ejecutivo de Vista Oil & Gas, la firma fundada por Miguel Galuccio, fuera designado CEO.

En torno de YPF, el reparto de segundas figuras en Vaca Muerta lo constituyen Tecpetrol, Vista, Compañía General de Combustibles (Eurnekian), Vista (Galuccio), ENAP-Sipetrol (China), PAE (Bulgheroni) y Shell, empresas con las que Nielsen ya ideó una hoja de ruta para dialogar.

Pero, además, YPF cuenta con una ventaja adicional, que es la de asociar a productoras Pymes para escarbar la cuenta en mayor escala.

Y en esa instancia entra a tallar el paquete de proyectos de Ley de Hidrocarburos específico vinculado a las inversiones, compuesto por atractivos tanto para upstream (exploración y producción) como para infraestructura de vinculación a la exportación y capacidad de licuefacción (gasoducto, vial), en el cual no sólo se contemplan garantías para los capitales de riesgo que ingresen a operar en el megayacimiento, sino que apunta a repatriaciones de activos externos de residentes argentinos que se encuentran depositados en cuentas bancarias fuera del país o debajo de los colchones.

La dupla que integran el titular del Banco Central, Miguel Pesce; y la administradora de AFIP, Mercedes Marcó del Pont, le estuvieron dando vueltas a cómo hacer para que, al menos una parte de los que se acogieron al blanqueo de Mauricio Macri y volvieron a sacar del país cerca de US$100 mil millones.

Una opción es hacer aprobar una ley para aplicarles un gravamen especial y, otra, ofrecerles invertir en el fideicomiso que incluyó Nielsen en el proyecto de blindaje de Vaca Muerta para dar certidumbre y previsibilidad.

Relacionado a ese propósito, Pesce impulsaría un Trust que le permita al Banco Central emitir pesos respaldados en moneda dura, a depositar en otro fideicomiso destinado a la compra de Obligaciones Negociables, y así financiar los proyectos promocionados.

Ese fondo de garantía en divisas serviría para reintegrarle la colocación al tenedor de la ON cuando éste lo desee.

Out of the system 

Según lo estimado por el INdEC, totaliza US$304.097 millones el capital que actualmente las familias y empresas argentinas poseen fuera del sistema local, sin discriminar lo que está o no declarado.

Los US$ 30.000 millones que Nielsen estimó necesarios reunir en un fideicomiso para destinar a inversiones en Vaca Muerta durante los próximos 4 años representan apenas un 10% del dinero que viene siendo fugado desde hace más de una década.

La prioridad es fortalecer a YPF, ahora bajo su batuta, recomponer las pérdidas de más de $23.000 millones acumuladas en 9 meses de 2019, y darle impulso a las obras para el transporte del gas habida cuenta de que se busca afianzar el horizonte exportador.

La inversión en gas evitaría que decline la producción y que no se complique el normal abastecimiento invernal domiciliario y el industrial, en caso de que se reactive el consumo, todo lo cual obligaría a retomar las importaciones.

De ahí que activar la consecución de los proyectos de energía eólica y solar haya asumido una importancia estratégica adicional

Generar saldos exportables de gas implica sustituir el abastecimiento del fluido que requieren las usinas eléctricas por las energías alternativas, tema que es el fuerte de Lanziani.

Ya hubo un approach hace pocos días cuando representantes de 7 firmas se reunieron con autoridades de la Subsecretaría de Energías Renovables y la compañía del mercado eléctrico, CAMMESA, para celebrar 15 nuevos contratos de abastecimiento de energía (PPA, por sus siglas en inglés), según publicó el medio especializado Energía Estratégica.

Se firmaron asimismo 3 emprendimientos solares fotovoltaicos.

En este caso, la herencia es positiva, ya que los 15 nuevos PPAs se suman a 10 celebrados en sesiones anteriores, con lo que ya son 25 los contratos concretados, sobre 38 proyectos que adjudicó la Secretaría de Energía de la Nación. Y hay otros 12 proyectos en negociación.

La Administración Macri, pendiente de lo que dijera la mesa de Houston y de las presiones que llegaban tanto vía FMI como del gobierno neuquino, manejaba una frazada corta entre Vaca Muerta y las energías renovables, que hasta determinaron un cortocircuito entre el ex ministro Juan José Aranguren y su segunda línea, José Luis Sureda.

El razonamiento alrededor de los influyentes del área en la Casa Rosada pos 10 de diciembre es más o menos éste: ”en el lugar del mundo donde primero se desarrolló el shale, que es Texas, es el estado de Estados Unidos que más energía eólica tiene instalado”.

La pesificación de las tarifas domésticas de servicios públicos y combustibles plantea un problema adicional: hasta dónde habrá margen fiscal para subsidiar la diferencia de precios dolarizados de la cadena de valor (hoy estaría fifty-fifty).

Según un estudio de Analytica, la Administración Macri se irá habiendo destinado US$3.900 millones en 4 años en subsidios, casi la mitad que los US$7.700 que puso Cristina Fernández de Kirchner en su 2do mandato para mantener congeladas las tarifas.

Vaca Muerta generó más de 8.000 nuevos puestos de trabajo y hasta el final del mandato F-F entre sustitución de importaciones, inversión de afuera (extranjera o repatriada) y producción exportable encierra un potencial de US$26 mil millones anuales.

Las cuentas son movilizadoras: en el mejor escenario de precios y condiciones de mercado, el valor de la producción de shale hacia 2030 se multiplicaría por 8. Serían US$ 12.139 millones en petróleo y US$ 20.327 millones en gas.

Un mal escenario, advierte, podría planchar esa curva, aunque igual habría un crecimiento cercano al 200%: US$s 4.501 millones para crudo y US$ 6.788 millones para gas.

El saldo comercial sería superavitario en US$ 12.238 millones en el mejor escenario para Vaca Muerta (a lo que se le pueden restar algunos miles de millones de dólares de déficit comercial en el resto de las actividades económicas) e igualmente en verde en un peor escenario, con US$ 3.829 millones.

Las perforaciones estimadas van desde llegar a 88.000 pozos, con un costo de pozo promedio (gracias a la curva de aprendizaje) de US$ 8 millones, a mantener el ritmo actual con un costo del pozo promedio estimado en US$ 11 millones.

La inversión necesaria no baja de los US$2.600 millones e igual pide a gritos una ley que asegure la perdurabilidad de las reglas establecidas.

Fuente: Urgente 24