Los vecinos afirman que se debe al fracking en Vaca Muerta. Las autoridades dicen que no está comprobado.
Entre el 23 y el 24 de enero pasados, el pueblo de Sauzal Bonito, en Neuquén, tembló 38 veces. Las casas del paraje de 300 habitantes sufrieron fracturas en sus paredes, techos y ventanas. Los perros ladraban sin saber a quién o a qué, y los pájaros se fugaban de los árboles.
Los vecinos rezaban y se abrazaban, convencidos de que lo peor estaba por llegar. Fueron 36 horas de terror.
Pero los temblores no comenzaron en 2019. Oficialmente el primer sismo en la zona fue detectado el 19 de noviembre de 2015 por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el Instituto de Prevención Sísmica de Argentina (Inpres) y científicos de la Universidad de San Juan. Aquel fue un evento de magnitud 4,2, con epicentro a 21 kilómetros al este de Plaza Huincul (pegada a Cutral Co) y a una profundidad de 14,6 kilómetros. Sin embargo, los pobladores cuentan que ellos venían soportando experiencias similares desde varios meses antes.
Los memoriosos del paraje solo recuerdan un temblor intenso en toda su historia. Ocurrió en los 70 y fue un cimbronazo.
En términos geológicos, el área que circunda a Sauzal Bonito es considerada una Zona 1 (de reducida peligrosidad sísmica) y Zona 2 (de moderada peligrosidad). Pero los vecinos culpan a las explotaciones no convencionales de gas y petróleo en Vaca Muerta. En otras palabras, al fracking, procedimiento implica la inyección de grandes volúmenes de agua a alta presión y a profundidades de hasta ocho kilómetros con el propósito de quebrar la roca o la arena que contiene el petróleo y el gas.
Entre 2015 y 2019 en el lugar se han sucedido unos 150 eventos sismográficos de acuerdo a datos de la ONG Sismología Chile y a los que llevan contabilizados los propios vecinos. Recién este año el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) colocó un sismógrafo en Añelo y otro en Sauzal Bonito.
El primer evento detectado por estos equipos fue el 30 de junio pasado con un movimiento de 2,7 en la escala de Mercalli a 5 kilómetros de profundidad.
El último, el 12 de octubre, tuvo 3,7 de magnitud en la escala Mercalli y ocurrió a una profundidad de 13 kilómetros.
En la industria petrolera son cautos, aunque se inclinan a pensar que lo que sucede en Sauzal Bonito tiene fuertes componentes “psicológicos”. “Tal vez la gente se volvió más sensible a cualquier evento. La zona se encuentra cerca de un área productiva donde hay movimiento de camiones, refinerías, pozos, perforaciones. Podrían estar confundiendo temblores con el efecto de la actividad”, dice una fuente del sector.
Por otro lado, descartan como válidos los informes ofrecidos por la ONG Sismología Chile. “Son aficionados, no tienen equipos para realizar las mediciones, ya nos han advertido las autoridades de sismografía de Chile”, afirman Sin embargo, para los vecinos el problema es real. “El día de los 38 temblores estábamos todos asustados. Se movían las paredes, los techos. Cada una hora se venía un temblor”, dice a Clarín Ariel Zapata, presidente de la Comisión de Fomento de Sauzal Bonito. “Vinieron a capacitarnos de Defensa Civil, pero nadie nos explica que está pasando realmente. Acá arrancaron los temblores con las perforaciones. Las empresas y la provincia dicen que hay que estudiarlo, que no está confirmado y así”, agrega.
Sauzal Bonito nació alrededor de 1968 como un refugio para algunos pobladores de la periferia de las localidades petroleras que querían estar cerca del río Neuquén y dedicarse a la agricultura y la crianza de animales. Está a unos 20 kilómetros de Cutral Co. Sus calles son breves y sus habitantes gente humilde que viste bombachas y boinas.
Justo enfrente, del otro lado del río Neuquén, se ubica el desarrollo de Fortín Piedra que explota Tecpetrol. La compañía del grupo Techint inició su actividad en el sector en julio de 2017.
La inversión es de US$ 2.300 millones y tiene 74 pozos. A fines de 2018 alcanzó una producción diaria de 17,5 millones de metros cúbicos de gas. Del lado más cercano al pueblo, Pampa Energía desarrolla el yacimiento El Mangrullo. La firma comprometió una inversión de US$ 405 millones en 19 pozos.
En Sauzal Bonito temen que a medida que se profundicen las perforaciones vivir en el pueblo se convierta en una tarea difícil. Según datos de la Comisión de Fomento, más del 90% de las 106 casas levantadas en el lugar tiene rajaduras o daños.
En enero pasado, funcionarios del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) relevaron las propiedades y autorizaron la reconstrucción de tres muy deterioradas. “La mayoría de las rajaduras son en la mampostería. Se trata de viviendas rurales que no tenían previsión sísmica”, detalló el secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente de Neuquén, Jorge Lara al diario Río Negro, reconociendo los movimientos.
“Esto se derrumbó todo. Son casas que no estaban bien construidas, de pedo nos salvamos de que se nos caiga el techo encima”, señala Mario Quintuman (66). Este hombre fue beneficiado con una de las casas nuevas. “Todos dicen temblores, sismos, pero se escuchaban explosiones, como de dinamita”, detalla.
El vínculo entre el fracking y los sismos viene siendo ampliamente discutido en países como Estados Unidos, China y Canadá desde finales de los 90.
El 28 de agosto de 2013 la provincia de Neuquén y la sociedad compuesta por YPF/Chevron firmaron el acuerdo de desarrollo de Vaca Muerta. Los vecinos de Sauzal Bonito aseguran que un año y medio después aparecieron los movimientos de la tierra.
La provincia de Neuquén tienen una visión distinta. En 2013 el exgobernador Jorge Sapag y sus funcionarios argumentaron que los movimientos que podía generar el fracking eran de carácter imperceptible para la población.
“No hay manera posible de hacer lugar a un fundamentalismo ambientalista que nos lleve a decir que el gas y el petróleo no pueden ser extraídos por razones ideológicas”, indicó el por entonces gobernador Sapag.
Sin embargo, seis años más tarde, la propia provincia, administrada desde 2015 por Omar Gutiérrez, anunció el proyecto de instalar una red de 18 sismógrafos que abarcará Añelo (llamada la capital de Vaca Muerta) y Sauzal Bonito. Por ahora solo hay dos funcionando.
Clarín contactó a ejecutivos de Tecpetrol, pero prefirieron no hacer declaraciones.
Fuente: Clarín