La instalación es parte de una “alianza estratégica integral” entre ambos países, cuyo intercambio comercial asciende a unos u$s 1200 millones
La empresa estatal rusa Rosatom quiere construir en la Argentina plantas de energía atómica flotantes e instalaciones de baja capacidad de generación, según explicó un alto ejecutivo de la compañía.
En una entrevista que publicó la agencia rusa Sputnik, Eugeny Pakermanov, jefe de Rosatom UItramar, señaló que la Argentina tiene su propia tecnología en este campo y se podrían combinar las soluciones de ambos países.
Durante la cumbre del G20 en 2018, Rusia y Argentina firmaron un documento estratégico sobre colaboración en el uso de la energía nuclear. El mismo incluye la posibilidad de construir una central nuclear flotante y una central nuclear de alta potencia.
“El año pasado, junto con el documento estratégico, también fue firmada una hoja de ruta que prevé estudiar una eventual construcción en serie y la utilización de centrales nucleares flotantes, así como la búsqueda de formas de optimización del uso de tecnologías relacionadas con plantas de energía nuclear terrestres de baja potencia”, precisó Pakermanov.
El entendimiento se enmarca en una “alianza estratégica integral” entre ambos países, cuyo intercambio comercial asciende a unos u$s 1200 millones, según informó el secretario de Relaciones Exteriores argentino, el vicecanciller Gustavo Zlauvinen.
De igual modo, el directivo deslizó la posibilidad de realizar un proyecto en otros países de América latina. “Este modelo de cooperación es posible no sólo en la Argentina. En la región, hay grandes empresas de construcción naval aptas para encarar tales desarrollos, y Rusia está dispuesta a cooperar en este sentido”, remarcó Pakermanov.
Un país con el que podría avanzar la negociación es Brasil, con quien Rusia suscribió un convenio de cooperación en materia nuclear en 1994. Asimismo, en 2017, Rosatom firmó un memorándum de entendimiento mutuo con las compañías brasileñas Eletrobras y Eletronuclear.
“Rosatom ya tiene 36 contratos internacionales y, recientemente, se inauguró el primer puerto flotante en Pevek (Rusia)”, señaló Pakermanov. Los ambientalistas rusos criticaron fuertemente la iniciativa y la denominaron “un Chernobyl sobre hielo”, debido al peligro que entraña este tipo de desarrollo.
Fuente: Cronista