El Secretario de Energía inauguró la exposición Argentina Oil & Gas Expo 2019. Allí volvió a destacar el supuesto boom del shale consecuencia de la gestión Cambiemos, boom que habría sido la causa de la recuperación en la producción hidrocarburífera a partir de la asunción de Mauricio Macri.
Mentiras…
Vaca Muerta a partir de 2013, Wood Mackenzie estimaba a fines de 2015 que la producción de petróleo podría duplicarse para 2018. El macrismo intenta imponer la idea que los avances en no convencionales fueron una consecuencia de su política energética. Como la lluvia de inversiones fue más bien una sequía, presentan como indicador del supuesto boom del shale en el país el incremento en la cantidad de fracturas, evolución que nada tiene que ver con lo hecho por el macrismo. Por el contrario, debería haber sido muchísimo mayor. Subrayado en rojo es nuestro.” id=”7379354-Libre-1299209722_embed” />Refiriéndose a Vaca Muerta, Lopetegui afirmó que se pasó de “100 fracturas por mes a 600… O sea que, la inversión en Vaca Muerta de la manera más precisa de medirla que son las fracturas que van a permitir la mayor producción futura, se multiplicó por 6”. Preguntamos: ¿Las inversiones registradas se miden por la cantidad de fracturas? ¿Qué sucedió con las inversiones medidas en montos? En cuanto a los supuestos avances en materia de producción: “La caída en la producción se revirtió. Llevábamos 15 años de caída en la producción de gas y 20 años de caída en la producción de petróleo”. Preguntamos: ¿Acaso no hubo ninguna recuperación en la producción de gas y petróleo durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner? ¿Qué ocurrió en 2016 y 2017 con la producción de petróleo? ¿Y con la de gas en 2017? Mencionó Lopetegui, al cierre de su exposición, la cuestión de los excedentes exportables y los supuestos avances en la balanza comercial energética: “Con este aumento de la exportación en la medida que ya estábamos abastecidos, aumentaron las exportaciones y disminuyeron las importaciones. Y este año vamos a llegar a una balanza equilibrada”. Preguntamos: De no haberse verificado la brutal recesión, el tarifazo y la inédita depredación de los ingresos de los argentinos y las argentinas, ¿la disminución de las importaciones se hubiera dado igual? ¿Hubiera podido abastecerse el mercado interno de haber continuado con el ritmo heredado de crecimiento en el consumo? Por otra parte, ¿realmente disminuyeron las importaciones de petróleo y combustibles en el balance de los cuatro años de gestión Cambiemos? En esta primera parte, respondemos la primera de las frases.
Inversiones…
Lopetegui mide las inversiones recibidas en Vaca Muerta con el insólito indicador de la cantidad de fracturas. Señor funcionario: ¿Por qué no las mide en cantidad de dólares? Las inversiones hidrocarburíferas registradas en la Provincia del Neuquén surgen del siguiente gráfico:
Como se aprecia, ninguno de los cuatro años de gestión macrista consiguió superar las inversiones de 2014 ni de 2015. Y como ya señalamos en reiteradas oportunidades, no las superaron a pesar de la curva de aprendizaje heredada, la fuerte reducción de costos, los incrementos exponenciales en los precios de los combustibles y del gas en boca de pozo, la desregulación generalizada y reapertura exportadora. Ahora bien, que las fracturas se incrementaron en las cifras aludidas por Lopetegui es cierto. Pero entonces, si no es por mayores inversiones, ¿por qué aumentaron?
Sobre el aumento de las fracturas hidráulicas
La cantidad de etapas de fracturas no puede ser tomado como indicador de inversiones. Es, en cambio, un muy fiel indicador cualitativo de la actividad. El factor determinante en la cantidad de fracturas tiene que ver con la “curva de aprendizaje”, lo cual termina incidiendo en el número de ellas que pueden realizarse en un día. A mayor cantidad de etapas de fractura, los costos de cada pozo se ven fuertemente reducidos, con lo cual, si no hay nuevos pozos, las inversiones se reducen por sí mismas luego de la fase piloto.
En segundo lugar, los avances tecnológicos (equipos y diseño de pozos) están directamente asociados a una mayor extensión promedio de las ramas laterales (pozo horizontal), permitiendo a su vez aumentar la cantidad de fracturas. Desde 2015, por supuesto, la tecnología cambió de forma abismal. Finalmente, la multiplicación de fracturas por rama impacta en la reducción de los gastos por perforación, lo cual retroalimenta todo el sistema, por ejemplo, al reducir los riesgos asociados a la perforación en formaciones geológicas no convencionales. Por último, mencionar la logística del agua y la arena, factores determinantes también en el número de fracturas. Respecto a la arena, la tecnología de inyección es aún más crucial.
El aporte de la YPF renacionalizada
Fue la curva de aprendizaje de la estatal en Loma Campana, a partir del acuerdo con Chevron de 2013, lo que permitió dar el gran salto en materia de fracturas registradas en Vaca Muerta desde 2015 a esta parte. El conocimiento del reservorio que fue adquiriendo desde entonces, lo aplicó luego a El Orejano, en paralelo al inicio de los pilotos en La Amarga Chica (con Petronas), La Rivera, Pampa de las Yeguas, Bajada de Añelo y Bandurria Sur. Cabe mencionar que Loma Campana y La Amarga Chica son las dos primeras concesiones de shale oil en crecimiento en lo que va de 2019.
YPF es la empresa que ha desriskeado el play y quien genero la curva de aprendizaje en Vaca Muerta. No fueron Macri ni Lopetegui; mucho menos la política energética y tarifaria. Cuenta con más de 750 pozos activos y para el caso de la extensión de la rama lateral en pozos horizontales pasó de 1.450 metros en 2015 a 2.500 metros en la actualidad. Las etapas de fractura han evolucionado de 16 a 33 para el mismo período, alcanzándose una reducción de costos es del orden del 25%. (1) YPF perforó entre 2011 y 2016 el 80% de los pozos de Vaca Muerta. Hoy, participa con el 45% aproximadamente. Y las etapas de fractura en el reservorio pasaron de 16 en 2015 a 30/35 en la actualidad. (2) En este salto, como dijimos, la estatal y su curva de aprendizaje fue estratégica al eliminar el gran parte del riesgo minero y económico, como así también el tipo de play a ser encarado. Todo esto mejoró no sólo mejoró las condiciones de acceso a otras compañias a Vaca Muerta; no sólo les disminuyó sus erogaciones en exploracion, pilotos y desarrollos (ya que además nuestra empresa aplicó conocimiento y tecnología al no convencional), sino que fundamentalmente permitió poner en valor a la formación geológica como un activo de clase mundial, capaz de competir con sus similares en EE.UU.
Conclusión
Lopetegui miente: la cantidad de fracturas mensuales, efectivamente multiplicadas por seis desde 2015, no significa que las inversiones hayan crecido en igual proporción. Por el contrario, las inversiones se han reducido. Asimismo, la producción de petróleo no convencional (shale oil) si bien se expandió, lo hizo fundamentalmente gracias a las concesiones heredadas Loma Campana y La Amarga Chica de YPF (ver bibliografía), por cierto, nacidas bajo el ala de la renacionalización de la estatal en abril de 2012. Y es precisamente por estos desarrollos y su curva de aprendizaje -que lleva más de un lustro de iniciada-, que se consiguió el aumento aludido en el número de etapas de fracturas mencionado por Lopetegui. En este sentido, no podemos dejar de mencionar el aporte de Fortín de Piedra (Tecpetrol) que, si bien contó con el respaldo de subsidios desde 2018, registró también importantísimos avances en las fracturas realizadas. Va de suyo que Tecpetrol también se benefició de la experiencia de YPF, como oportunamente reconocieron en la petrolera de Paolo Rocca. A modo de cierre, los siguientes lógicos interrogantes finales: ¿A quién pretende engañar el señor Lopetegui? ¿Al mundo petrolero especializado en no convencionales? ¿A las productoras en la Argentina? ¿No se da cuenta del ridículo que significa que alguien que ocupa su cargo afirme lo que él afirmó?
Fuente Ambito