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Científicos suecos y chinos presentaron prototipos de células solares que convierten la luz ambiental de espacios interiores en electricidad.

De todas las energías renovables en el mundo, la energía solar es la que atrajo más inversión en los últimos años con US $ 1.3 billones entre 2010 y 2019. Pero los retos para expandir su uso aún son muchos, entre ellos, sacar provecho de las celdas solares en lugares poco iluminados.

De ahí el optimismo que provocó el anuncio de científicos suecos y chinos al presentar prototipos de células solares optimizadas para convertir la luz ambiental de espacios interiores en electricidad. La potencia que producen es baja, pero estiman que probablemente sea suficiente para alimentar los millones de productos que el internet de las cosas traerá en el futuro cercano.

“A medida que se expanda el internet de las cosas (interconexión digital de objetos cotidianos con internet), se espera que necesitemos tener millones de productos en línea, tanto en espacios públicos como en hogares. Muchos de estos serán la multitud de sensores para detectar y medir la humedad, las concentraciones de partículas, la temperatura y otros parámetros. Por esta razón, la demanda de fuentes pequeñas y baratas de energía renovable está aumentando rápidamente, a fin de reducir la necesidad de reemplazos de baterías frecuentes y costosos”, anotaron en un comunicado emitido por la Universidad de Linkoping. (Yuming Wang and Jonas Bergqvist, investigadores de la Universidad de Linköping).

Los investigadores describieron dos variantes de una célula solar orgánica en un artículo en Nature Energy. Una de ellas con un área de 1 cm2 y la otra de 4 cm2. La célula solar más pequeña fue expuesta a la luz ambiental a una intensidad de 1000 lux (una medida de intensidad luminosa), y fue capaz de convertir el 26.1% de la energía de la luz en electricidad. La célula solar orgánica suministró un alto voltaje por encima de 1 voltio durante más de 1000 horas en luz ambiental que varió entre 200 y 1000 lux. La célula solar más grande mostró una eficiencia energética ligeramente menor llegando al 23%.

“Este trabajo es una gran promesa para que las células solares orgánicas se utilicen ampliamente en nuestra vida diaria para impulsar el internet de las cosas”, comentó Feng Gao, profesor titular de la División de Electrónica Biomolecular y Orgánica de la Universidad de Linköping.

“Confiamos en que la eficiencia de las células solares orgánicas se mejorará aún más para las aplicaciones de luz ambiental en los próximos años, porque todavía hay un gran espacio para la optimización de los materiales utilizados en este trabajo”, añadió Jianhui Hou, profesor del Instituto de Química , Academia de Ciencias de China.

Fuente: ElEspectador