El mes que viene debía adjudicarse la construcción de siete parques solares y uno eólico, pero los empresarios quieren .
El socialista Miguel Lifschitz lanzó a principio de año un ambicioso programa de energías renovables para licitar la construcción de siete plantas solares y una eólica con el fin de generar 50 megawatts (MW) y fortalecer localidades que suelen tener inconvenientes con la provisión convencional.
Generfe, tal como se lo denominó al plan, fue desarrollado entre la Secretaría de Energía de Santa Fe y la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y contempla dos corredores: Uno norte y otro sur de 20 MW cada uno de energía solar sumando al del sur un parque eólico de 10 MW.
El programa requiere una inversión de 50 millones de dólares y calculan que la generación anual estimada sería de 96 mil MWh beneficiando a más de 320 mil pobladores. Según el cronograma oficial, la construcción de los ocho parques están listos para adjudicarse y firmarse los contratos en octubre.
Sin embargo, la disparada del dólar, la inflación y la subida del riesgo país puso en alerta a los empresarios interesados que mantuvieron reuniones la semana pasada con funcionarios del gobierno para evaluar el escenario, según publicó el sitio especializado Energía Estratégica.
Las empresas que licitaron son Venado Tuerto, Dinale, Energy Invertment y Concaran Solar para las siete plantas solares mientras que del proyecto eólico en la ciudad de Rufino participó Parque Solar Amadores.
En contacto con La Política Online, la secretaria de Energía, Verónica Geese, aseguró que los pliegos están listos para ser adjudicados y negó que la debacle macroeconómica haya derrumbado el programa.
“Antes de licitar, estamos hablando con las empresas por las dudas que se les haya complicado el financiamiento y con las que consultamos están en condiciones de avanzar”, sostuvo la funcionaria.
El problema de este tipo de inversiones es que requieren de una gran inversión inicial para comenzar a producir y la mayoría de los insumos son importados. La panelería proviene de China mientras que los componentes de transportación tienen origen europeo. Lo que se produce en el país es la estructura metálica y la obra civil, un porcentaje ínfimo del costo total.
“Fuimos oferentes en la licitación en un contexto donde la realidad era distinta para este tipo de emprendimientos”, reconoció en diálogo con LPO uno de los empresarios que pidió reserva de su identidad.
“Es otro país”, sostuvo la misma fuente quien recordó que al momento de licitar el Riesgo País se encontraba en los 900 puntos y ahora supera los 2 mil: “Tal como está no se puede adjudicar, veremos qué propone el gobierno”, consideró de manera rotunda el empresario.
Aparte del aumento del dólar, que disparó los costos de insumos, el principal problema radica en el financiamiento que se prevé a mediano plazo y con recursos extranjeros de fondos de inversión y que dependen de las empresas conseguirlo.
“Hay que ver si quienes estaban dispuestos a financiarnos lo van a hacer y si nos siguen apalancando a qué tasa pretenden hacerlo”, analizaron en el sector, una duda más que razonable.
Por otro lado, ya se advierten dificultades para que las empresas puedan conseguir dólares por el cepo que impuso Lacunza a lo que se le suma el riesgo de que se pesifiquen las tarifas, como propone Alberto Fernández, y los plazos de recupero se extiendan hasta la incertidumbre.
En el sector observan atentos la licitación de Ronda 4 del programa del gobierno nacional Renovar que atraviesa las mismas dificultades donde el subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind, reconoció que dependerá del próximo gobierno continuar con el proyecto.
“Está muy difícil la situación para este tipo de negocios mientras haya riesgos de entrar en default. Ojalá podamos llevarlo adelante pero no lo sabemos”, admitieron los privados a LPO.
Fuente Lapoliticaonline