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El gigante asiático abrió la puerta a envíos desde Argentina, el mayor exportador mundial de alimentos para animales, mientras Pekín busca alejarse de los productos agrícolas estadounidenses.

China abre la puerta a envíos de harina de soja desde Argentina, el mayor exportador mundial de alimentos para animales, mientras Pekín busca alejarse de los productos agrícolas estadounidenses en medio de la guerra comercial con Washington. El gigante asiático finalmente permite la importación de harina del país suramericano después de dos décadas de conversaciones, dijo el Ministerio de Agricultura del gobierno de Mauricio Macri en un comunicado enviado por correo electrónico el martes.

Pekín odia tener que aceptar la comida argentina porque prefiere importar soja cruda y procesarla en China para promover su propia industria de trituración. Pero la guerra comercial ha agitado las cadenas de suministro mundiales. En primer lugar, cuando China rechazó los brotes de soja estadounidenses, se volvió hacia Brasil y, en menor medida, Argentina, para suministros. Ahora va un paso más allá al aceptar harina de soja argentina de valor agregado a pesar de que la medida podría enojar a sus trituradores.

Falta ver si China realmente importará la harina argentina. Los países primero necesitan superar los procesos burocráticos antes de que las cargas puedan zarpar, según Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC). Implica también que China otorgue la aprobación final a las plantas de trituración de Argentina, lo que debería suceder el próximo mes, y la inclusión de la harina en el registro aduanero de China, que podría tomar cinco meses, dijo Idígoras.

En agosto, una delegación china visitó plantas de trituración en río Paraná dirigidas por Bunge Ltd., Louis Dreyfus Co., Cargill Inc., Aceitera General Deheza SA, Molinos Río de la Plata SA, Cofco Corp. y Renova, que es una asociación entre Glencore Plc y Vicentin SAIC. Poder exportar a China sería un impulso para las trituradoras argentinas. Los márgenes de ganancia cayeron y la capacidad de inactividad aumentó a más de 50%.

El comunicado llega en un momento en que China expande su huella en América Latina con el desarrollo de proyectos de infraestructura en todo Argentina, desde plantas hidroeléctricas hasta ferrocarriles.

Fuente: Perfil