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La operadora quiere poner en funcionamiento el Oleoducto Trasandino (Otasa) que está fuera de servicio desde hace 13 años. Es ante el salto en la producción de Vaca Muerta.

La Planta de Tratamiento de Crudo (PTC) de Loma Campana está siendo ampliada para procesar más de 1.000 barriles por día.

A mediados de año el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, anticipaba que de acuerdo a los cálculos de la operadora para el año entrante el país estará en condiciones de poder exportar hasta 70.000 barriles de petróleo por día. Si bien desde esas declaraciones realizadas en junio pasó mucha agua bajo el punte, las proyecciones de producción siguen siendo altas y es por esto que desde la petrolera de bandera nacional se avanza en un plan para reactivar la ruta de exportación del Pacífico.

El proyecto que tiene en marcha YPF fue presentado hace pocos días atrás ante inversores internacionales y contempla cuatro ejes de desarrollo para permitir la vehiculización de la nueva y creciente producción que la operadora está obteniendo en la “zona caliente” de Vaca Muerta, liderada por los desarrollos de Loma Campana y La Amarga Chica.

En este proyecto la reactivación del Oleoducto Trasandino (Otasa) es una de las acciones más inmediatas y es por esto que desde la firma ya se encargó un estudio sobre la integridad del ducto que dejó de ser utilizado para exportar en febrero de 2006, cuando la producción convencional de áreas como Chihuido de la Sierra Negra y Puesto Hernández entró en declino.

El oleoducto en cuestión tiene 428 kilómetros de extensión y une la zona de Puesto Hernández, en el norte de la Cuenca Neuquina, con la localidad de Concepción en donde se encuentra la refinería de la chilena ENAP que hoy trabaja con el crudo que importa en barco.

En números

428
kilómetros es la extensión del Oleoducto Trasandino. Conecta el área de Puesto Hernández con la refinería de Concepción.
107.000
barriles por día es la capacidad de la línea que salió de servicio en febrero de 2006.

Precisamente el paquete accionario del sistema está integrado por un 37% de ENAP, un 35% de YPF y un 28% de Unocal Argentina Ltda.

El sistema cuenta con capacidad para el transporte de 107.000 barriles de petróleo por día, un volumen superior a lo que actualmente tiene el oleoducto que vincula Neuquén con la refinería mendocina de Luján de Cuyo, en tanto que cuadruplica la capacidad del ramal que llega hasta la refinería de Plaza Huincul.

Desde el cierre de las exportaciones a Chile, en febrero de 2006, el sistema ha estado ocioso y sólo en al gunas ocasiones se lo utilizó para acopiar crudo. Es por esto que, tanto desde la firma que administra el lado chileno del ducto como desde la que maneja la porción local, se acordó trabajar en un plan de rehabilitación del sistema para una futura puesta en marcha.

Los desarrollos en Vaca Muerta registran en lo que va del año un incremento en la producción.

A mediados de julio el proyecto fue uno de los ejes centrales del encuentro mantenido entre los presidentes de Argentina y Chile, Mauricio Macri y Sabastián Piñera, respectivamente, con motivo de la 54° Cumbre del Mercosur y los Estados Asociados.

En la cita se firmaron una serie de acuerdos, siendo la reactivación del Oleoducto Trasandino uno de los más destacados por la comitiva chilena. Un proyecto que también es clave para la colocación de la producción de YPF en Vaca Muerta que se espera que a fin de este año ya alcance los 80.000 barriles por día.

Un plan para ampliar la capacidad antes de tener un cuello de botella

El plan que desde YPF se analiza para ampliar la capacidad de transporte de crudo contempla, además de la reactivación del Oleoducto Trasandino, una serie de mejoras y de nuevas obras.

Por un lado Oleoductos del Valle (Oldelval), una firma integrada por las principales productoras, ya anunció un incremento de su capacidad a través de una red de bombeos.

Proyección

80.000
barriles por día es la producción que YPF espera alcanzar a fin de año en Vaca Muerta.

Como complemento de esa mejora se analiza la ampliación de la capacidad de la terminal de exportación ubicada en Bahía Blanca.

En tanto que otras dos obras se destacan. Una es de corto plazo y es la referida a la reversión de algunos ductos para conectar la “zona caliente” de Vaca Muerta con el Oleoducto Trasandino, en tanto que la última obra en estudio es el diseño y construcción a futuro de un nuevo oleoducto que conecte la refinería de Luján de Cuyo, en Mendoza, con el Complejo Industrial de La Plata y las refinerías linderas.

Fuente: RioNegro