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Sube la producción de gas y petróleo por Vaca Muerta. En un año el déficit -en dólares- se redujo en 82%

Gracias al aporte de las formaciones no convencionales, la producción de petróleo y gas continúa escalando. Aunque hay una declinación en la manera “convencional” de obtener esos recursos energéticos, la misma está compensada por lo que genera Vaca Muerta. Las estadísticas de julio dejaron un aumento del 4,5% internanual en petróleo y 5,7% en gas.

El déficit comercial energético de los primeros 7 meses es de US$ 314 millones. Eso representa una reducción del 82% con respecto al mismo período del año pasado (fue US$ 1.821 millones). Se trata de la balanza energética menos deficitaria para el país desde 2011.

Aunque los números son positivos, hay luces amarillas. Un análisis realizado por el Instituto Mosconi advierte sobre el efecto de las inversiones de Tecpetrol (de Techint), que podrían dejar de tener efecto a medida que el gas allí obtenido va perdiendo subsidios.

En julio, la producción de gas subió un 9% en relación al año anterior y lleva un acumulado de casi 6%. Hay mejoras en la producción no convencional, que representan casi un 40% del total. “Descontada la producción de Tecpetrol en Fortín de Piedra, subsidiada por la resolución 46/2016, la producción de gas natural acumulada en 12 meses cae 2,3%”, advierte el Instituto Mosconi. “El aumento de la producción de gas natural se explica enteramente por el shale gas”, agregan en esa usina.

Tecpetrol invirtió en Fortín de Piedra con la promesa del Gobierno de un subsidio a toda su producción. Sin embargo, tras el apretón fiscal, la secretaría de Energía decidió subvencionar una parte de lo allí obtenido, con ciertos límites, desde este año. Eso provocó el desaliento de la compañía y plantea dudas sobre si la producción seguirá creciendo.

“La producción de gas es la más alta en 14 años con 144 millones de metros cúbicos diarios“, ensalzan en el Gobierno, donde ayer había mal humor por expresiones de Alberto Fernández, candidato del Frente de Todos, sobre el rumbo de la política energética.

En lo que va del año, el país exportó energía por US$ 2.600 millones e importó por US$ 2.900 millones. El saldo desfavorable, de US$ 300 millones, cayó con respecto a 2018 (cuando el rojo era de US$ 1.800 millones). Pero además representa el mejor número en una década. Hay que remontarse a 2010 para encontrar un saldo favorable de US$ 1.800 millones. Todos los años posteriores -con pico en 2013- dejaron rojos energéticos más abultados.

Las menores importaciones también son reflejo de la contracción económica. La demanda de gas anual disminuyó un 4,5%. “En los últimos 12 meses se importaron 20,4 millones de metros cúbicos de gas diarios (una reducción de 10,4 millones de metros), mientras la exportación es 1,3 millón de metros cúbicos. Es un crecimiento 0,84 millón de metros cúbicos diarios”, según datos del Instituto Mosconi.

La producción de petróleo fue de 505.000 barriles diarios, lo que representa un incremento del 4% con respecto a julio del año pasado. Las ventas de naftas y gasoil en julio de 2019 aumentaron 1,6% interanual, pero no logran revertir una caída de 4,6% en los últimos 12 meses. “En julio se cumplieron 15 meses sin importaciones de crudo”, enfatizan en la secretaría de Energía.

Fuente: Clarín