“Estamos en el peor momento en muchos años”. Con esta frase, el dueño de una concesionaria de autos sintetizó la situación del mercado automotor. El comienzo de septiembre está mostrando una retracción muy fuerte de la demanda, en relación a lo que mostró agosto, por el impacto de la suba de precios que se produjo tras el salto del dólar post-PASO. Los aumentos que llegaron fueron entre 10% y 23% para compensar el salto del tipo de cambio que de los $47 del viernes 9 pasó a casi $60, el lunes 12.
Sin la ayuda oficial (el plan del Gobierno sumaba un 20% de operaciones de piso), las marcas siguen ofreciendo sus bonificaciones pero que, con los aumentos de precios, ya no tienen el mismo efecto de los meses anteriores. Con esta realidad, el panorama es alarmante. Para septiembre se estima que el mercado se ubicará en unas 30.000 unidades (en agosto fueron 44.000) pero no descartan que pueda cerrar en un número menor si las noticias económicas siguen asustando a los compradores. De terminar en esos niveles, septiembre podría ser el peor mes de la era Macri, compitiendo con diciembre del año pasado cuando se registraron 28.600 vehículos. En esa comparación hay que tener en cuenta que el último mes del año siempre es el más flojo por cuestiones de estacionalidad. La gente espera a patentar su auto en enero para sacarlo como modelo del año siguiente.
Peores meses
Lo que es seguro es que, hasta el cambio de gobierno en diciembre, se vivirán los peores meses de la actual gestión. Según estimaciones reservadas que maneja la asociación que agrupa a las concesionarias (ACARA), la caída en el próximo cuatrimestre es muy fuerte. Además de estimar un mercado de 30.000 vehículos para septiembre, para octubre prevén unas 27.000; para noviembre, unas 21.000 y para diciembre, apenas 16.000. De concretarse estas proyecciones el cierre de este año volverá a los niveles de 2005, cuando recién se estaba saliendo de la crisis de 2002. En aquel año, en septiembre se habían patentado 35.000 0 km en septiembre y pasó a 16.000 en diciembre.
Fuente: Ambito