El INTI y el IRAM junto empresas, universidades e instituciones de ciencia y tecnología de todo el país trabajan en lo que será la primera norma para comenzar a regularizar el mercado nacional de biocombustibles sólidos.
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación) trabajan hace más de una año junto empresas, universidades e instituciones de ciencia y tecnología de todo el país en lo que será la primera norma para comenzar a regularizar el mercado nacional de biocombustibles sólidos. Esto permitirá dar una marco legal a la actividad (productores, comercializadores y usuarios) necesario para el incentivo de su uso tanto para industrias, como residencias. Desde ambas entidades señalaron que se trata de un trabajo histórico.
Recientemente el Comité IRAM para la Normalización de Biocombustibles Sólidos, finalizó con la revisión de la primera norma de aplicación y referencia voluntaria para clasificar las diversas biomasas que se encuentran en Argentina, destinadas a la generación de energía renovable, ya sea térmica o eléctrica.
‘Hoy estamos dando un paso importantísimo, esto es un avance concreto hacía una Argentina sustentable‘, comenta el representante de INTI en el Comité y experto en Energías Renovables, Martín Rearte.
Se trata de la Norma Iram 17225-1 -Especificaciones y clases de combustibles. Parte 1: Requisitos generales. (Derivada de la ISO 17225-1:2014). Ésta incluye las definiciones de biocombustibles más desarrollados tecnológicamente, como el pellet de madera y las briquetas en formatos comerciales; pero hace un especial enfoque a la materia prima, para poder sumar a un futuro, un Esquema de Certificación – en distintas especificaciones técnicas, como el Poder Calorífico – en el cual el INTI será un actor clave para ayudar a desarrollar el sector y dar confiabilidad a los usuarios domésticos e industriales mediante una mayor regularización.
Incentivo a las energías alternativas
‘Regularizar el mercado a través de estas normas, incentivarán el uso de las energías alternativas no tan solo en el espectro industrial, donde su impacto en la competitividad es directo y altísimo, si no, que hará también una realidad la posibilidad de usarlas en el universo residencial, y eso significa que el país irá transformando su matriz energética hacia la sustentabilidad y el cuidado ambiental‘, concluyó Rearte.
Paralelamente, el Comité ya trabaja en el desarrollo de las normas específicas homólogas a las ISO, la 17225-2 para pellets, la 17225-3 para Briquetas, la 17225-4 para chips de madera. Posteriormente continuará con la norma para verificación técnica de equipos de combustión que trabajarán con estos nuevos biocombustibles y con aquellos que ya lo hacen a partir de biomasa como fuente de energía.
Fuente: EL tribuno