z.system

Hace más de 30 días se instalaron dos sismógrafos pero faltan al menos otros 16 equipos. Luego de 12 meses se podrá acceder a datos concluyentes.

La instalación de los dos primeros sismógrafos de la red que se colocará en Neuquén fue una señal para entender el origen de los temblores que se sacuden Vaca Muerta, pero para las respuestas aún falta mucho. Por lo menos otros 16 ó 18 equipos que midan los movimientos.

“El tiempo pasa rápido”, contestó el presidente del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) , Alejandro Giuliano, ante la consulta de cuándo se instalarán las próximas estaciones. Aún no fueron compradas, pero fuentes provinciales confiaron a “Río Negro” que habrán anuncios a mediados de agosto.

El plan contempla que en total se instalen de 18 a 20 estaciones de monitoreo, lo que convertiría a Neuquén en la provincia con mayor cantidad de equipos, superando los 12 de San Juan, que tiene una peligrosidad sísmica de elevada a muy elevada, mientras que en la región es de reducida a moderada.

Sin embargo, habrá que seguir esperando porque la red no estará completa este año, según informó Giuliano. Una vez que se instalen los sismógrafos que contempla el plan, se deberán recoger datos durante un año para poder avanzar en develar sí los sismos son causados por la naturaleza o por la acción humana.

De todas formas, la presencia de las dos estaciones, una en Sauzal y la otra en Añelo, el “corazón de Vaca Muerta”, ya marcó una diferencia porque el Inpres incrementó los informes sobre los sismos en la provincia, una tarea que antes realizaba mayormente la ONG “Sismología Chile” con tres sismógrafos lejanos, ubicados a distancias entre 230 y 280 kilómetros.

La instalación de un sismógrafo más permitirá triangular los datos y localizar los temblores con precisión. Actualmente, el margen de error es de 10%, aproximadamente.

Cuando la provincia cuente con ocho estaciones, será conectada al sistema automático que publica información sobre los sismos en la página web del Inpres. “Ahora nos tienen que avisar” -explicó el presidente del organismo nacional- “para que nosotros lo busquemos, pero la información está”.

¿A quién corresponde la tarea?. A todo el mundo. Los temblores pueden ser informados por el gobierno o por los vecinos. Giuliano indicó que los sismógrafos tienen carteles con los datos para hacerlo. Además, se puede llamar al mismo organismo o completar el formulario que figura en su sitio web.

Esto sucedió con uno de los últimos sismos que ocurrió en la región, el 31 de julio, a las 0:50. Sismología Chile lo informó 20 minutos después, pero el Inpres lo hizo durante la mañana. Además, el organismo nacional no comunicó un temblor que, según la ONG chilena, sucedió el 10 del mismo mes a 20 kilómetros de Paso de los Indios.

A la ecuación para saldar estos vacíos de informar y poder contestar si los sismos que se originan en la dorsal Huincul son producidos por el movimiento natural de las placas tectónicas o por la inyección de agua y arena a 3.000 metros de profundidad por la hidrofractura o fracking, hay que sumarle una gran inversión. Cada estación tiene un valor promedio de 70.000 dólares, montos elevados, que también demorarán el ambicioso proyecto de completar la red.

En números

18
sismógrafos, como mínimo, deberá tener la red proyectada para interpretar el fenómeno que preocupa en la región.
u$s 70.000
es el valor unitario por cada equipo que se debe comprar para completar el plan de monitoreo trazado.
Fuente: Rionegro