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El proyecto costará US$ 2.000 millones. La primera etapa demandará unos US$ 800 millones

El Gobierno lanzó la licitación y el pliego para construir el gasoducto Vaca Muerta -Salliqueló. El proyecto costará US$ 2.000 millones en total. La primera etapa, que es la que se licita ahora, demandará alrededor de US$ 800 millones. El anuncio lo hizo el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, en Vaca Muerta. La convocatoria se realizó mediante una resolución de la Secretaría de Energía que se publicó el miércoles en el Boletín Oficial.

La obra es indispensable para la formación neuquina y su futura expansión. Según los tiempos que maneja el Gobierno, se terminaría en mayo de 2021. En una segunda etapa está previsto que la obra llegue hasta San Nicolas, en la provincia de Buenos Aires, donde conectará con un punto de Transportadora de Gas del Sur (TGS).

El último gasoducto que se construyó en el país lo hizo la entonces empresa de gas estatal, Gas del Estado, en 1988. Después vinieron las privatizaciones que llevaron a Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Transportadora de Gas del Norte (TGN).

Para participar del gasoducto de Vaca Muerta ya hay once propuestas de empresas. Las ofertas se reciben hasta 20 de setiembre. Se adjudicará a la mejor precio, un mes antes de las elecciones, de no mediar objeciones o planteos judiciales. YPF, TGS, TGN están anotados como interesados en la fase de ronda de consultas. Ahora se espera que hagan propuestas en el marco de la licitación.

El presidente Mauricio Macri firmó un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que establece un tarifario con precio libre durante 15 años. La concesión será durante 35 años.

Según los funcionarios, el nuevo gasoducto traerá una cantidad de beneficios económicos. Entre ellos, va a permitir bajar el precio del metro cubico de gas. La mayorista estatal Cammesa se comprometerá a reservar una cantidad de metros cúbicos que va a comprar para generación térmica.

El fondo de sustentabilidad de ANSeS también podría aportar a la obra, según fuentes oficiales. Es porque el organismo previsional debe destinar un porcentaje de sus desembolsos a obras de infraestructura. Además, hay prevista cooperación de capitales estadounidenses.

El gasoducto permitiría una mayor salida para el gas neuquino. En Vaca Muerta ya se están logrando niveles de producción superiores a los que el país necesita entre octubre y abril. Los productores disminuyen su actividad en esos seis meses, porque consiguen más gas del que son capaces de comercializar. Entre las complicaciones, está la del traslado. Aunque se vende a Chile, faltan pasos para profundizar ese vínculo.

El Gobierno también se esperanza con la posibilidad de ir reemplazando otros contratos. El país firmó una vinculación de 20 años de importación de gas proveniente de Bolivia. Eso arrancó en 2006 y terminará en 2026. Ese contrato establece un valor de US$ 3,70 por millón de BTU (la unidad de referencia). El Poder Ejecutivo estima que puede reducir esos valores. En despachos oficiales, se pone como ejemplo que el país exportó gas en 2018 como en 2019, aunque todavía los montos son pequeños.

El gasoducto, que el Gobierno también llama TGC (Transportadora de Gas del Centro) servirá para bajar costos y darle mayor salida al gas de la formación neuquina. Sin embargo, en la industria algunos creen que es un primer paso, pero no la solución definitiva.

YPF ya está firmando contratos para despachar GNL en pequeñas cantidades. Con el gas de Vaca Muerta, el país podría convertirse en un exportador de gran escala. Pero necesita una terminal de regasificación, que convierta el gas en GNL. Es un proyecto que requiere miles de millones de dólares, y que demandará un consenso sobre políticas energéticas hacia 2030.

Tecpetrol e YPF son las principales empresas de gas en Vaca Muerta. Pampa Energía también está buscando. Las inversiones de este 2019 estuvieron más orientadas a petróleo que a gas.

Fuente: Clarín