z.system

La liberación de los precios internos abrió el juego para que otros ‘players’ se lancen a la competencia. Entre realizadas y prometidas, harán inversiones por u$s 200 millones, con el objetivo de superar las 360 bocas de expendio al cabo de los próximos cinco años

La liberación de los precios de los combustibles constituyó el cimiento para que varias empresas, interesadas en el mercado doméstico de hidrocarburos pero expectantes ante un contexto más favorable, dieran el puntapié inicial en sus planes para lanzarse, o expandirse, en el negocio de las estaciones de servicio. A su vez, la venta de los activos de la quebrada Oil Combustibles -anteriormente, administrada por Cristóbal López- permitió que algunos players jóvenes se hicieran con una amplia red ya constituida. Entre realizadas y prometidas, estas compañías desembolsarán casi u$s 200 millones para alcanzar más de 630 bocas de expendio dentro de los próximos cinco años. El objetivo: acercarse a YPF, Shell y Axion, los grandes dominadores del mercado, utilizando a las estaciones independientes.

A diciembre de 2018, existían 3870 estaciones de servicio activas en el país, un 3,4% menos que en 2017, de acuerdo a un reporte de la consultora FGC. Según esos datos, YPF tiene un outlet share de 37,5% (1451 estaciones), seguida por Shell, cuyos activos y licencia de marca en el país adquirió la brasileña Raizen en abril del año pasado, a cambio de u$s 916 millones: el 16,4% (634 estaciones).

Sin embargo, la cadena de la concha marina es superada por las denominadas “estaciones blancas”, es decir, aquellas que no corresponden a una marca determinada, que tienen una participación del 16,9%, con 655 bocas de expendio.

Detrás de los gigantes, la primera que movió sus fichas fue la neerlandesa Trafigura. En diciembre de 2017, acordó con Pampa Energía adquirir, por u$s 90 millones, los ex activos de Petrobras, que incluían unas 250 estaciones de servicio, y una refinería en Bahía Blanca. Trafigura ya contaba con una red de 30 estaciones y, según el reporte de FGC, tiene un share del 6,7%. El año pasado, suscribió contratos con 50 empresarios que tenían vínculo con otras marcas para embanderarlas bajo su marca a lo largo de 2019 y proyecta alcanzar las 500 locaciones en el mediano plazo.

“Este tipo de decisiones es una buena señal porque la oferta de alternativas conviene para obtener precios más adecuados. El problema es el desfasaje económico que se produce con las continuas devaluaciones”, señaló Roberto Carnicer, presidente de HUB Energía, una consultora especializada en el sector. El analista resaltó la importancia de convertirse en un país exportador. “Cuando suceda, el precio del mercado interno responderá al export parity. Y, siempre, es mucho más conveniente que uno import parity”, observa.

Destilería Argentina de Petróleo (Dapsa) y Gulf son dos jugadores con ambiciosos planes, de cara a los próximos cinco años. La primera fue recuperada por Sociedad Comercial del Plata (SCP) tras un desembolso de u$s 32 millones en seis meses. Previamente, oficiaba como proveedora de estaciones independientes y, ahora, su estrategia incluye una inversión de u$s 60 millones para pintar 150 estaciones (50 en 2019 y 100 en 2020). La primera estará inaugurada a fines de mayo.

Entre Dapsa y Gulf, se repartieron las 259 bocas de expendio -6,7% del outlet share, a diciembre de 2018- que antes controlaba Oil Combustibles. La petrolera de SCP se quedó con 135, mientras que su competidora acordó la cesión de derechos de contrato de 124 puntos de venta con YPF (106 bocas al público general y 18 de agroservices).

Según Ignacio Noel, presidente de SCP, la diferencia de Dapsa con los principales players estará en el tipo de contrato que suscribirá con los operadores. “Es un esquema más flexible, que se adapta a cada uno, en lugar de un ‘contrato de adhesión’ como el de las otras empresas”, apuntó.

En tanto, aseguró que no planea abrir estaciones propias para enfocarse sólo en el abastecimiento de operadores y expresó que el precio estará “alineado con los predominantes del mercado”.

Por su parte, Gulf, marca de origen estadounidense cuyo dueño en el país es la local Delta Patagonia, aspira a alcanzar las 150 estaciones de servicio para 2022, con una erogación de u$s 22 millones en el próximo quinquenio.

Desde la firma, señalaron que, en cuanto a precios, estarán “muy cerca de YPF”. Esta compañía, justamente, será su proveedora de combustible.

Detrás de Delta Patagonia se encuentran la paraguaya Copetrol, del grupo Zapag, que, recientemente, adquirió el negocio de Petrobras en su país, así como, también, las estaciones de servicio de Axion en Paraguay. Asimismo, figuran como socios la compañía Energía del Paraná, y la firma Barcos y Rodados.

Embanderada bajo el formato low cost, surgió la marca Voy con Energía, creada por el grupo Kalpa, del empresario juninense César Castillo.

Su proyección es llegar a las 100 estaciones en los próximos tres años, con una inversión de u$s 15 millones.

En el corto plazo, planea embanderar 25 bocas en la zona Centro del país este año, aunque ya inició su testeo del mercado con una estación en Junín, en junio de 2018.

“Otras cadenas nacen de una red que heredan. En cambio, nosotros queremos desarrollar la marca. Además, nos diferenciamos por ser una empresa integrada y no dependemos de una petrolera”, dijo Osvaldo Valsangiacomo, gerente comercial de Voy.

Este holding de capitales argentinos también incluye a Refipampa, refinería que demandó una inversión de $ 250 millones y cuyo 20% es propiedad de Pampetrol, la petrolera estatal de La Pampa, que abastece a Voy.

Estiman que su gasoil grado 2, segmento en el cual quieren destacarse, será entre un 5% y un 10% más barato que en los surtidores de la competencia.