Anticipan otro ajuste en agosto. Los combustibles se incrementaron casi 16% en el primer semestre y el ajuste por inflación volverá a hacerse sentir el mes próximo
Sin tomarse pausa alguna, el precio de las naftas sigue en la senda del ascenso y en lo que va del año acumula “retoques” a razón de casi una vez por mes.
Así, a excepción de enero, en todos los períodos siguientes se fijaron nuevas subas por injerencia tanto del Gobierno a través del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) –que establece incrementos por inflación– como de las compañías petroleras.
Sólo en los primeros cinco meses de 2019, indicaron fuentes de CECHA, la confederación que nuclea a los empresarios del expendio de la Argentina, las naftas ostentan una suba acumulada cercana al 16 por ciento respecto al mismo período pero del año pasado.
Pero la sucesión de incrementos lejos está de detenerse. Desde la Federación de Expendedores de los Combustibles y Afines (FECAC) su titular, Gabriel Bornoroni, anticipó que en agosto habrá un nuevo aumento por efecto de la carga impositiva. Y que, de mantener el Gobierno la actualización por ICL, el valor de las naftas también debería volver a subir en septiembre.
“Lo que tuvimos ahora es el incremento que debió aplicarse en junio y que el Gobierno decidió postergar por un mes. Pero en tanto se desdobló, también habrá una diferencia que quedará para aplicar durante el mes próximo. En el sector pensábamos que las petroleras iban a absorber el porcentaje para no seguir aplicando cambios en el surtidor, pero al final esto no ocurrió”.
El peso de factores como el ICL rompe con la idea de que la movilidad o quietud de los precios se encuentra atada únicamente a la variación del dólar. De hecho, dada la baja en la cotización que viene mostrando la divisa estadounidense en los últimos días, todo hacía suponer un eventual abaratamiento del litro.
Todo lo contrario: en el segmento de la comercialización aseguran que las bajas en el valor del dólar ayudan a nivelar los costos, que todavía siguen desfasados respecto de la nafta que se vende. Al mismo tiempo, exponen que las oscilaciones permanentes del crudo internacional tampoco permiten evaluar un precio menor en los surtidores.
“El barril de petróleo aumentó más de un 4,5 por ciento en apenas un mes. Eso hace imposible pensar en una baja en el surtidor. Las petroleras tienen que destinar cada vez más dólares para comprar el crudo y luego refinarlo. Y venden el litro en pesos. Eso complica cualquier idea de reducir los valores incluso con una menor cotización del dólar”, explicó Guillermo Lego, gerente de CECHA.
A tono con esto, Bornoroni expuso que el barril de crudo Brent saltó de 60,9 dólares a los actuales más de 65 y que esa diferencia incide al momento de explicar por qué los combustibles no se abaratan aunque el Gobierno se esfuerza por no intervenir en el mercado.
“La variación del dólar es el aspecto de mayor incidencia en los cambios de precios, pero la diferencia que viene mostrando el crudo Brent respecto de otros momentos opera a favor de los aumentos. Igualmente, con las últimas subas las petroleras empezaron a llegar a su punto de equilibrio. De ahí que es impensado suponer que van a bajar los valores en algún momento”, apuntó.
Impacto de la suba
Lego, de CECHA, adelantó que el incremento de agosto también se ubicará en un porcentaje cercano al 2,5 por ciento que la petrolera estatal YPF aplicó a principios de esta semana.
“Tendrá un impacto similar, que en el precio del litro representará una suba de por los menos 60 centavos. El inconveniente que trae aparejada tanta suba está, por supuesto, en la demanda. El consumo no ha dejado del año pasado a esta parte”, expuso Lego.
El gerente de CECHA sostuvo que, de acuerdo a números oficiales, la comercialización de naftas en la Argentina acumula de septiembre de 2018 a esta parte una caída cercana al 25 por ciento.
“En las naftas todavía tenemos una caída fuerte mientras que en el gasoil se mejoró un poco a partir de la cosecha. La baja más intensa se da en los combustibles premium. El total general de los primeros cinco meses del año también cerró con una baja promedio de casi el 1 por ciento respecto del mismo lapso de 2018″, aseguró Lego.
Desde FECAC, su titular también reconoció una pérdida fuerte en los volúmenes de ventas, además de exponer que los usuarios de combustibles premium vienen migrando de forma intensa hacia la nafta súper y el diesel más barato.
“Se perdió la venta de miles de litros y se siente fuerte la menor demanda de premium. Vale aclarar que no es que todos los que dejaron de usar los combustibles más caros se volcaron de lleno a los baratos. Sí lo ha hecho la gran mayoría, pero no todos. Notamos que hay mucha gente que se traslada menos con el auto o que, directamente, dejo de usar su vehículo”, aseguró.
Incremento sostenido
Las petroleras YPF y Raízen, que opera en el país bajo la marca comercial Shell, dispusieron en las últimas horas nuevos aumentos en los precios de los combustibles.
El primer paso lo dio la estatal YPF al establecer aumentos del 2,5 por ciento en los precios de comercialización de sus naftas y del 1,75 por ciento en los del gasoil.
A esa decisión se acoplaron las estaciones de servicio marca Shell, que aplicaron incrementos promedio de 2,1 por ciento en los combustibles que comercializan, según precisó Raízen. Y se espera que en las próximas horas hagan lo propio empresas como Axion, Puma y Dapsa.
Las alzas dispuestas por las dos petroleras de mayor participación en el segmento minorista de las naftas –suman 75 por ciento del mercado– resultaron morigeradas por la decisión del Gobierno de aplicar solo una parte del aumento ya dispuesto al impuesto sobre los combustibles líquidos.
Dichos valores entraron en vigor el lunes, al subir de 6,13 a 6,37 pesos por litro de gasoil (según el esquema original, debería haber sido 6,85), y de 9,94 a 10,33 pesos por litro de nafta (contra los 11,11 pesos inicialmente planificados).
Los nuevos valores de referencia para los surtidores de YPF en la ciudad de Buenos Aires son de 43,71 pesos para la nafta súper, 50,43 pesos para la premium (Infinia) y 40,94 y 47,92 pesos para los combustibles diésel e Infinia diésel.
En tanto, los nuevos precios de referencia para la red de Shell en territorio capitalino son de 43,91 pesos para la nafta súper, 50,93 pesos para la premium (V-Power), en tanto son de 42,96 y 48,92 pesos los sugeridos para Fórmula Diésel y diésel V-Power.
Por Patricio Eleisegui
iProfesional