“En la búsqueda de señales para bajar la inflación y prolongar el incipiente veranito del consumo, las petroleras esperan que el Gobierno postergue o desdoble por segundo mes consecutivo la suba de un impuesto a los combustibles”.
Si finalmente sucediera eso, las empresas podrían acompañar con una baja de hasta 4% los precios de las naftas y gasoil la semana que viene.
Hasta la tarde del jueves, había versiones encontradas: en el mercado sostienen que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne -ahora en Osaka, Japón, por la cumbre del G-20-, podría demorar la aplicación del aumento del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) para prolongar la desaceleración del índice inflacionario en julio.
Sin embargo, fuentes de la Secretaría de Energía lo descartaron de plano y aseguraron que todo se mantiene tal como estaba previsto. Al menos hasta el momento.
A fines de mayo, el Gobierno decidió desdoblar el incremento tributario que correspondía, de 11,8%, por el traslado de la inflación del primer trimestre a los impuestos internos sobre los combustibles: aplicó el aumento del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) pero mediante el Decreto 381/2019 del 28 de mayo difirió por un mes la suba del ICL.
Ese desdoblamiento implicó que el componente impositivo tuviera un ajuste de 7 centavos por litro en las naftas y el gasoil en junio.
Para el mes entrante, resta un alza de $ 1,03 por litro en las naftas y de $ 0,65 en el gasoil.
Ahora, surgió una versión de que el Gobierno aplicaría la primera mitad del aumento del ICL en julio y la otra en agosto. En tal caso, las naftas subirían $ 0,52 por litro y el gasoil $ 0,33, solo por este componente.
Con todo, en medio de la baja del tipo de cambio, una petrolera planteó en off the record que si recibieran la señal impositiva que esperan, las naftas podrían bajar hasta un 4% y el diesel mantenerse estable.
Ese 4% es la misma cifra de caída del dólar frente al peso en lo que va de junio. El petróleo crudo Brent, en tanto, se mantuvo estable en la zona de los u$s 64 por barril.
Si el Gobierno no cambia lo establecido, podría suceder que los precios de las naftas desciendan en torno a un 1% y que, al mismo tiempo, suba el gasoil.
Consultado sobre el porcentaje de aumento que aplicaría la primera semana de julio, un importante ejecutivo de una petrolera contestó: “No sé si corresponde un incremento en este contexto, depende de cada producto”.
Desde otra refinadora, por su parte, explicaron que después del incremento de 1,5% en junio, los precios habían quedado en un “frágil equilibrio”.
Apenas 45 días atrás, en el sector advertían que restaba una suba de hasta 20%, por el dólar alto y el petróleo en torno a u$s 72. El mundo empezó a ayudar.
Fuente: http://www.infoestacion.com.ar